MATTEOTTI Pág. 19 JUAN ANTONIO SOLARI ·-:;:::;:;-::: MATTEOTTI .+~ Ba·ndera y Ensenanza ■ ;_ . ~· ·::>:\. En el pasado mes de abril, al visitar en París la Secreta ría del Partido So~ial ist a Italiano, viví una de las emociones más intensas de mi vida de militante. Lo confieso. Caía la tarde sobre la ciudad. Las gentes, en un ir y venir incesante, marchaban por esas calles llenas de historia y de tradición revolucionaria. .Ahí, como rotunda afirmación a través de los tiempos, la Porte St. Denis recuerda la gesta gloriosa del pueblo en sus luchas por la libertad ... Llegué a la casa -vieja casa parisiense- en que está la sede dP-1Partido Socialista Italiano, para con versar con P:ctro Nenni. Una larga escalera lleva al sa • lón con su pequeña pieza contigua en qu,~ funcionan la secretaría, la redacción el<' 1 "A van ti!'', la administración, punto de reunión y hogar fraternal ele todos los socialistas italianos. ¡ Cuántos recuerdos, cuántas luchas, cuántos años! ... El recuerdo de Tnrati .Y de Treves, entre muchos otros, embarga los espíritus y parece colmar las modestas piezas rebosantes ele papeles, de libros. de retratos. Son doce años ele brega sin eles canso. P~etro Nenni me habla con pa]n. bra serena y clara. Evoca los clías Lle l.-1 brega en Italia en las filas del Pnrtidu y desde las columnas del "Avanti ~•• Los nombres, los hechos, las espnaiízas sr s¡,. Juan Antonio Solari \Diputado nacional) ceden a través ele su relato, que eseucho c.:011 creciente interés. Es una solidaridad ideológica y afectiv-;:- la que me une a étos compañeros, alejados de su patria por el fascismo y firmes en su puesto ele hR'- talla. No hay, no habrá tregua para el! )S, soldados de la libertad y la democraci¡;, Como ellos, en todas las latitudes del nwndo, otros hombres deben también hac·•'·:· frente a la barbarie y al despotismo. Pero ellos fueron los primeros en el ctoloL" y siguen siendo los primeros en el combate. Por sobre todos y como ejemplo para todos, se levanta -cada día más grande y más querida- la figura inmortal r'le ::\fatteotti. Yo veo su retrato, coríozco detalles ele su vida, leo alguna de sus (::Utas-. Siempre en la accióu, listo para el1a, aguerrido y temible. Cayó por eso, asesinado por la horda criminal del fascismo. Y todavía., con la misma indómita gallardía de toda sn vida, Matteotti les p:ri16 a la ,cara: ¡ El socialismo no morirá! Exaltemos su lección de cor-ajP-civil. ele consagración al ideal. Turati lo dijo ya con palabra casi paternal, trémula de 1;,. '!Timas ;r de indignación. Repitámosla nosotros, que somos sus continuadores. Las horas del mundo son horas ele prueba. Xaclie podría llamarse a engaño ante la insolencia ele la fuerza brntal. N'aclie
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