Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

lina de Rusia '' hija de Lenín'' sin sospecharlo? Si usted, . doctor Marañón, no tiene otros motivos de acusación de bolchevismo contra la República Española, no quedará bien como hombre sensato. No, doctor, no. Rusia no da consignas cierófobas al mundo porque es otro su· cometido principal. Pero menos que a nadie puede dárselas a España ni al mundo latino, ye que todos ellos saben muy bien y de antiguo degollar a sus propios frailes con una esponta'neidad bastante cnr1osa. Usted, remachando su "gafe", alega circunstancias errÓ!!_eas. Dice usted que '' aquellas trescientas columnas de humo que se elevaron simultáneamente en toda España daban la sensación de una organización revolucionaria perfecta, estilo moscovita" ... Y también dice, en otro lugar, que en aquellos primeros tiempos el Comunismo apenas tenía fuerza en España, como lo prueba el que '' a las primeras Cortes apenas llevaron unos pocos diputados". Bueno, doctor : en una temporada no le recete nada a nadie, porque le matará de una errata. Escuche : en el 31 los comunistas no tenían fuerza perceptible siquiera, y a las primeras Cortes no llevaron ni un solo diputado. A las segundas Cortes llevaron uno solo: Bolívar, por Málaga. Y a las terceras han llevado 16 entre 473, y con ayuda de todo el ~,rente Popular. Esto le demuestra a usted que el Comunismo ese de '' tipo moscovita'' del que usted habla tan falsamente, a sabiendas de su falsedad, 110 tuvo nunca arraig(? en España como para representar una fuerza propia apreciable en Cortes. Pues si no la tenía para aunar unos miles de votos ... 23 • MATTEOTTI- XIVANIVERSARIO & cómo iba a tenerla para ·organizar pla- · nes tan vastos y perfectos como significaría el que usted les atribuye del ll de mayo? No, doctor, no. La "quema de conventos" fué un acto popular, de tipo universal, y muy principalmente de tipo republicano estilo Marañón (en lo que Marañón pudiera tener entonces d~ republicano -clásico, '' liberalista'' e histórico). Antes que hubiera socialistas· ni comunistas en España, había ya republicanos y. liberales de los llamados '' tragacuras ", que tenían su raíz en los fas~ tos de la Revolución francesa. Había ya '' quemaconventos'' y '' degüellafrailes ". Había "cenas de promiscuación" en los jueves santos. . . Y había todos los elementos anticlericales que son el fermento filosófico - y a la vez pasional - de todas las revoluciones del mundo. Y obedeciendo a ese movimiento instintivo, el pueblo español del 31, cansado de las reuniones monárquicas del '' A B C '' y del estado de conspiración antirrepublicana tolerado por la República con benevolencia suicida, un día (acuérdese, doctor), a raíz inmediata del descubrimiento del complot del 9 de ma.yo, se lanzó a la reacción histórica que siempre le animó en defensa de su libertad. Y quemó varios nidos de murciélagos a los que sabía sus enemigos, no ya desde el tiempo :<feLenín, sino desde el tiempo de Felipe II. Y a propósito: ¿ Cómo olvida usted en su desgraciado artículo el detalle curioso de que muchos conventos ardieron sin que nadie los quemara Y Curioso, sí; muy curioso. . . Muchas Compañías de seguros se mordieron los dedos de rabia ante la sagacidad de frailes y monjas. . . (de los que, por cierto, no se quemó ni un solo ejemplar). (Sigue en la página 26).

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==