Nadie puede hacerse ilusiones _acerca de la gravedad excepcional de los acontecimientos de España; pero nadie -y aun menos nosotros- puede desertar la lucha bajo el pretexto de que la situación está comprometida. DCGpués de Charleroi, se consideraba a .Francia como perdida. Después de Caporetto, el camino de Venecia y de Milán estaba libre ante el ejército austríaco. Y, hasta septiembre de 1918, los Aliados continuaron sufriendo derrota sobre derrota. Dos meses más tarde, contaban con la victoria. Vuelvo a decirlo: la derrota de los republicanos españoles en el frente del Este, constituye un hecho de gravedacl excepcional. Pero, no es todavía el hecho resolutivo que comporta el fin de la resistencia heroica del pueblo, siernpre ¡ Pueblo_sde Por PIETRONENN qiie se reaccione sobre las caiisas que lo provocaron, y siernpre que la reacción sea adecuada. Ha meses que nosotros lamentamos, con desesperada amargura, que el pueblo español no puede hacer frente, solo, al triple asalto: interior, italiano y ale~ mán. Los últimos sucesos nos dan la trágica confirmación de que, muy a pesar nuestro, habíamos juzgado exactamente la situación, desde el primer momento del conflicto. Desde ya se murmura en Francia que ciertas divisiones y brigadas no resistieron como debían; que la:-; tropas defensoras del sector de Belchite, donde se lanzó el primer ataque fascista, se dejaron sorprender; que las fuerzai3 anarquistas del Alto Aragón no reaccionaron; que el pánico se adueñó de algunos repartos militares y de las poblaciones. La historia dirá su palabra definitiva ¡.¡,cercade todo eso: verdades, mentiras, exageraciones, en este capítulo del '' jus murmurandi ". Entretanto, la realidad. es que un tropiezo en el campo de batalla repercute, además, sobre el estado moral de las tropas y la población, muy especialmente cuando se cree que el hecho era inevitable, puesto que se carecía de lo necesario para resistir. Ahora bien, la crisis moral que siguió a la ruptura del frente en Belchite, tuvo precisamente su causa fundamental en la comprobación de la aplastante superioridad técnica del fascismo, frente a la MATTEOTTI- XIV ANIVERSARIO • 8
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