cer que determinará su muerte? ¡ Mez- ,quina esperanza, como la pasiva espera de un ci:ttaclismo inevitable ! Quien vea el problema desde. este punto de vista no logrará aferrar su punto esencial. Lo que falta al fascismo -por ser incompatible precisamente, con sus medios de aferrarse al poder- es aquel conjunto de sentimientos sociales que constituyen el núcleo de las aspiraciones socialistas. Porque, si es cierto que el socialismo, para ser posible, tiene necesidad de una determinada capacidad productiva y ele cierto grado de organización, es también cierto que la voluntad de realizar lo y de hacer de él el campo del desarrollo pleno del individuo, reclama cualidades morales tales como sentido de justicia, de deber y de dignidad. Al comprender que un régimen se halla condenado a la disgregación y la corrosión social -porque niega estas cualidades éticas, inconciliables con sus necesidades vitales- nuestra fe socialista se nos presenta sobre un pedestal histórico : Las ideas que la inspiran tienen una función insustituíble en la vida y en la evolución de la sociedad. Negándolas en la teoría y en la práctica, como hace el fascismo, se hace algo más que suprimir la vida de nuestro partido,. la libertad política y civil; se minan las bases mismas de la convivencia social. Acaso no sea mezquina la esperanza que alimenta la fe íntima, en el sentido de que la misma idea ética, que se proyecta en el futuro como socialismo, constituye ya hoy -manca e imperfecta como lo es en el actual ordenamiento social- una ,condición necesaria para la vida y el desarrollo de la humanidad. He aquí la vinculación ideal a que aludimos, como a un factor muy su7 e MATTEOTTI- XIV ANIVERSARIO perior a la .fortuita distribución de las fuerzas ·materiales. Y no puede ni debe ser pasiva nuestra actitud, como la de quien se retira a su casa hasta que pase la tempestad. Porque incumbe al socialismo, a todos aquellos que aman la justicia y la libertad, defender estos valores humanos por los cuales mueren los individuos pero vive la humanidad. Mantenerlos, no con palabras altisonantes sino con la acción. Quien combate hoy en España realiza ciertamente en la forma más alta el postula_do del momento, pero todo cuanto se haga para quedar fiel a la propia convicción, cada acto de dig·nidad humana, cada ejemplo de valor dado a las generaciones nuevas, ~ada rebelión de las ideas contra la fuerza bruta, sirve en la lucha. No. adaptarse al ambiente fascista : esa es la palabra de ·or_den,palabra de lucha y de peligro. Esta vinculación ideal que debe dar a la historia contenido racional y humano, no es indestructible, sólo la convierten en tal la fe y el sacrificio de los hombres. Este mensaje, lo ha escrito Matteotti con su propia sangre. ODA OLBERG.
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