Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

Nuestra fé en el • porvenir Por ·oDA OLBERG Alberga en cada uno de nosotros la íntima convicción de que el porvenir dn la humanidad no pertenecerá a la violencia y a las dictaduras. ¿ Con qué' derecho nutrimos tal certeza? ¿ No será aceso sólo un refugio psicológico que piadosamente nos construímos, sintiéndonos demasiado ineptos para combatir la realidad, demasiado viles para mirar de frente la suerte que nos espera 1 Vemos a la Liga de las Naciones negar le armas a España, invadida por ejércitos extranjeros; vemos a Inglaterra aliarse a los fascistas; a Austria sacrificada; a los pequeños estados europeos condenados a la destrucción, como árboles señalados para el hacha. t Y frente a semejante orgía de violencias y de felonía nos sentimos aún capaces de creer en 1111 porvenir mejor? No se puede negar que muchos antifascistas cultivan una fe casi idiota hecha de pereza intelectual y de incapacidad para imaginarse el derrumbe de todo éuanto ha dado contenido ideal a su vida. Pero no es menos cierto que nuestra fe tiene sólida base en la realidad objetiva, cualesquiera sean las razones subjetivas que induzcan a cada uno a mantener viva su llama. No ha5 • MATTEOTTI- XIV ANIVERSARIO blo de la realidad objetiva tal como se desarrolla en el film cotidiano de los acontecimientos. Nuestra fe hallaría. un terreno resbaladizo si se basase por ejemplo en la esperanza de que Inglaterra pudiera aplicar, en favor de la democia del mundo y de su pl'opio decoro, la misma energía que muestra para tutelar los intereses de sus capitales petrolíferos en Méjico; si confiase en el sentido de justicia y en la fuerza de la Liga de las Naciones o si aguardase la bancarrota financiera de los estados dictatoriales, siempre predicha y siempre impedida por la oculta solidaridad del capitalismo internacional. Las _,dei;rotas y las victorias de hoy no tienen ningun¡t vinculación ideal con nuestra fe; i.podemos -creer seriamente que el porvenir d~ la humanidad depende de 100 aeroplanos de más o de menos que siembran la destrucción en tierra española? Nuestra fe\sobreviviría aún en el caso de una derrota -hipótesis inadmisible- del pueblo español. Acontecimientos fortuitos como la alianza entre March, Mus$ollni, Chamberlain e Hitler para repartirse determinadas riquezas pueden causar estragos y dolores inmensos, pueden provocar un retroceso de nuestra civilización, pero no pueden torcer el curso ?Ie la historia. Puede parecer absurdo habla·r d,e '' vinculación ideal'' frente a hechos que se resuelven con bombas de miles de kilogramos, con tanques y ametralladoras. Y, sin embargo, pese a la terrible eficiencia de tanto poderío material, e:xjste antes, junto y hasta más allá de todo ello un sistema de valores morales cuya destrucción precipitaría la destrucción de la vida civilizada. Y este sistema .de valores_ morales es incompa;tible con el régimen de violencias. Por una ley inmanente a la vida de las sociedades hu-

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