· Dra. Alicia Moreau de Justo España, encrucijada del mundo A pesar de la ola de agudo, casi demente nacionalismo que invadió al mundo después de la gran guerra, la fuerza de los hechos empuja a éste, cada vez más hacia el internacionalismo. Tal vez la doctrina internacionalista haya sufrido un eclipse, tal vez sus manifestaciones, sus expresiones extremas parezcan ausentes. Pero quien busque el sentido profundo de los días históricos que vivimos reconocerá que todo tiende cada vez más a unir los 'pueblos y hacer que el destino de unos dependa de los otros. Si así no fuera, ¿ porqué la suerte de España nos toca tan de cerca que en ella 'reconocemos nuestros amigos y nuestros enemigos? No es la primer guerra civil, aunque tal vez la más cruenta desde hace mucho tiempo. Pero ¿ por qué el mundo entero siente que del resultado de la lucha depende el porvenir, no sólo de la monarquía y la república españolas, sino en gran parte la suerte de la democracia y del fascismo en el mundo? La victoria de Franco sería la señal de una nueva cruzada mundial en contra de la libertad y en favor de los gobiernos de fuerza, una santificación de la violencia, y en esa cruzada se reconocerían como aliados todos los que tienen alma de pretoriano y de esclavo, todos los que temen la fuerza -felizmente incontenible- de la razón humana. La cruz y la espada sellarían por doquier una nueva y más fuerte unión. La victoria de la república sería, en cambio, la señal de la declinación del fascismo; infundiría ·nuevo valor a todos los que, exilados, luchan por la liberación de su país, a los que dentro de él soportan con estoicismo la opresión. Esa victoria daría la razón a todos los que defienden a la organización democrática, como a la única forma que permite el juego normal de las fuerzas transformadoras de cada sociedad. La lucha por la libertad y la independencia siempre atrajo espíritus audaces, aventureros y románticos. Lafayette, Byron, Garibaldi, para no citar más que ejemplos de fama imperecedora, entregaron su esfuerzo a otros pueblos. Pero esta participación jamás tuvo la amplitud de nuestros días. ·Todos los pueblos de Europa y América siguen con apasionado interés la tremenda lucha española. Miles de voluntarios han ido a ofrecer su brazo a la República, sabiendo que defendían también la libertad y la justicia-para su propia patria. Miles y miles de hombres y mujeres han participado en la ayuda al heróico pueblo, y cuando llegue la hora de la victoria muchos ofrecerán su trabajo y su dinero para la restauración del país devastado. Lo que despierta esa simpatía no es solo la admiración sin límites que inspiran el heroismo, el espíritu de sacrificio, la tenacidad desesperada de los que prefieren la destrucción de sus ciudades y la muerte , 22· -=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-=-= MATTEOTTI
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