Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

=====~~============================ OLBERG Es justo que el 10 de Junio sea para el socialismo del mundo entero el día de todos los muertos, como lo es el 10 de Marzo, fecha de la muerte de Giuseppe Mazzini,. para la Masonería italiana, y los soldados desconocidos_ a quienes cubre hoy la tierra hispana, de los que no se conoce ni el número .ni el nombre, son-recordados y exaltadoR en el nombre de Matteotti. Su holocausto, anónimo como la fosa común que los ha cobijado, se viste de personalidad humana; ya no son más números; son seres reales arraigados a la vida por múltiples raices, con el horror instintivo de la muerte; tenían padres, la mujer que los esperaba, hijos que necistaban su amparo y han ido a morir por su fe, como murió Matteotti. Porque todo sacrificio es el sacrificio del individuo que ofrece su única vida, dejándola escapar para siempre de sus manos, en la nada, irrevocabilmente. El número nos quita la noción de esta realidad. Han muerto mil, diez mil -¿cómo podemos comprenderlo?- comprendemos, aunque sea vagamente, el caso individual: Matteotti que sabía que iba a morir, que veía a los sicarios acechando y continuó su camino, fiel a la idea y a sí mismo. Y en la luz de esta comprensión la tragedia de un pueblo se desmenuza en innumerables tragedias individuales. Una vida juvenil tronchada, una familia deshecha, dolor que nuestra imaginación puede asimilar y que nos hace comprender la deuda inmensa que resta por saldar. Son millares y millares los muertos, y es uno. Y de este uno tú eres deudor. Murió por tí, por esa misma causa que debe serte la más cara; tu libertad y tu dignidad humana. Así en la figura de Matteotti, asesinado por sicarios, captamos el drama de España -lo reducimos a la capacidad visiva de nuestra psique. Y al mismo tiempo la grandiosa lucha del pueblo español, nos muestra el significado histórico de la muerte de Matteotti. El delito del 10 de Junio de 1924 conmovió a todo el mundo civilizado. En pleno día, a parlamento abierto, un diputado era arrastrado dentro de un auto y luego asesinado. El auto pertenecía a un gran diario del gobierno, los asesinos habían sido pagados con fondos de la caja del partido fascista y tenían pasaportes falsos proporcionados por el director general de policía, General De Bono. Antes y después de la perpetración del delito, el automóvil era guardado en el patio de un ministerio. Desde entonces han pasado trece años. Hoy el mundo no se conmovería por tan poca cosa. Ríos de sangre inocente han corrido. El asesinato~ la felonía, el robo sistemático, no impiden encaramarse en los puestos más altos del gobierno de los pueblos. La diplomacia apreta cordialmente manos sucias de sangre. El delito no inspira ya ni "dolor ni asco. El asesinato de Matteotti preanunciaba los tierrwos -que vinieron: era como la semilla de la cual debía germinar el arbol lleno de frondas. Nada hay en la delincuencia internacional, que hoy se abate sobre España, que no haya estado en el atentado del Lungo Tévere. La difamación de· la víctima era la primera medida. La prensa oficial se hizo telegrafiar desde la frontera que Matteotti se había ausentado para el extranjero, agregando por su cuenta la baja insinuación de 2o===================================

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