Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

~OMENT ARIOS,, etc. --=========:::============---=.-=.-=.-=.-=.-= Y antes, al referirse al jefe de la guarnición, se expresaba: " El general Queipo de Llano, general de la primera División o sea, " para usar la denominación monárquica, capitán general de Madrid, "uno de los sublevados de Cuatro Vientos, republicano incondicional, "se situó junto con sus ayudantes, al pié de las escaleras del Congreso". Tal fué el cuadro de aquella hora. La ilusión abrió sus alas inmensas sobre los revolucionarios ingenuos. No eran todos. Se dió por consolidada la República, con esas demostraciones. Pero pasadas esas horas, los mismos generales que en los discursos y desfiles apuntalaban a la República, cavilaban, en el retiro de los cuarteles o en las tertulias de los Casinos sobre la contrarrevolución que ha culminado en la guerra iniciada el 19 de Julio de 1936. · Es indudable que apenas diseñada la obra política de la república y sus planes de reformas jurídicas y económicas, la conjuración de los intereses sociales atacados cobró cuerpo. Dentro y fuera del Parlamento, en el gobierno o fuera del gobierno, en el seno del pueblo, las fuerzas políticas y económicas de la oligarquía en peligro -latifundios, caciques, burocracia civil y militar, congregaciones, empresas privile- . giadas, finanzas bancarias,- comenzaron su trabajo. Es la segunda experiencia a que me he referido. La revolución en el gobierno, dejó actuar al amparo de la libertad democrática, la fuerza que habría de tratar de derribarla. No fué quebrada con el triunfo de la revolución, ni limitada, después, con los resortes de gobierno. Un· análisis de los sucesos desde la clausura de la Constituyente hasta el estallido· de la contrarrevolución, demostraría, sin lugar a dudas, que la vanguardia republicana había extraviado el camino. Las fuerzas fascistas de Italia y de Alemania, se encargaron de alentar y vitalizar el proceso. El reconocimiento oficial por parte de Hitler y Mussolini del gobierno de Franco, a poco del estallido, ofreció a los· incrédulos el testimonio 'indudable- de esa alianza, si no hubiéranse presentado otros testimonios tan elocuentes como la ayuda en armas y en hombres, denunciada, desde los primeros momentos en todos los tonos, por el gobierno legal. No ha valido de gran cosa que el gobierno lega¡. exhibiera su partida de nacimiento. Constitución republicana, elecciones libres, libertad de opinión, parlamento regular, programas de reformas, moderacióñ y buena fé de los partidos y sus representantes. Eso era precisamente lo que se trataba de derribar, porque por ahí debía consumarse el pro_grama de reformas sociales que modificaría las condiciones de estructura en España. La contienda ha asumido, de ese modo, una filiación evidente, dejando de ser una lucha intestina de facciones, para presentarse en su trágica realidad como una contienda de las dos corrientes que se disputan la dfrección substancial del mundo en estos tiempos. La guerra de España no es militar ni local únicamente. Es civil e inter-· nacional. Su teatro de operaciones está en España; pero las fuerzas ideológicas que le dan impulso están en el mundo. MATTEOTTI ============================---=========== 13

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