Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

Dr. MARIOBRAVO . (Senador de· la Nación Argentina) COMENTARios· SOBRE LA GUERRA EN ESPAÑA Entre las experiencias que va sedimentando la guerra española, la opinión que desde el campo social sigue su desarrollo habrá destacado por lo menos dos, entre las más aleccionadoras e importantes. La primera sería, a mi juicio, el error en que se adormeció la segunda república, al descansar confiada ·en la gloria de las elecciones municipales de Abril de 1931, que tuvieron como resultado inmediato la salida del rey• y la toma del Gobierno (no del poder) por la junta provisoria que había sido junta revolucionaria. Es claro que a esta altura del tiempo y del proceso de transformación española, es fácil, se me dirá, marcar aquellos errores. Evidentemente. Por eso hablo de experiencias sociales y no de pronósticos. Acaso yo mismo haya compartido a la distancia el concepto jubiloso de los directores de la política y acción revolucionarias. Pero yo no he hablado mucho de la " revolución pacífica " ni de la " revolución por las urnas ". Considerada la revolución como un desarrollo, las elecciones de Abril de 1931, no debieron ser aceptadas como un episodio de génesis. No, debieron ser tomadas como· la única causa de la caída de la monarquía y su sistema social básico, ni como la· fecha de la instalación completa de un nuevo régimen de forma y de fondo. Antes del 14 de Abril de 1931, había comenzado la revolución republicana. Y sigue, a la fecha, su proceso accidentado, que al concluir la guerra actual y afirmarse en la victoria, entrará en su fase constructiva, la más difícil y la más ávida de idea['\, de métodos y de hombres. Ese error de concepto político trajo otro, que era su consecuencia. La confianza en ló definitivo del hecho producido y la ninguna necesidad de prevenr contingencias contrarias. La república había triun_- fado. La monarquía había caído. La España monárquica de ayer en su orden político, jurídico, económico, pasaba a ser, desde el 15 de Abril, la España republicana con un nuevo órden político, jurídico y econom1co. Para eso estaba la ideología del programa, la aclamación de Madrid, la colaboración de los partidos sociales, la adhesión de los trabajadores organizados. ¿No· se necesitaba otra cosa? Ahora uno se da cuenta de la- política inexperta de la revolución republicana al creer que los peligros de contrarrevolución habían sido extirpados o existían en grado despreciable. En el Senado, al debatirse la proyectada ley de represión del comunismo, dije que un error de la revolución española había conMATTEOTTI ================================= 11

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