Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

LA TRAGEDIA INEXPLICABLE ·_______________ _ representaba, iniciaban en muchos casos, una competencia ilícita eri el trabajo, con los demás ciudadanos. Había según ellos un peligro: el comunismo. Claro que en la teorética de estos individuos, comunismo era y es, todo intento de restablecimiento de la justicia social,. todo deseo de realización cristiana de los fines de la vida. Desde el anacrónico Lamamié de· Clairac que ante el anuncio de una. ley ..,_la de yunteros- patrocinada por la derecha, significó que se haría cismático griego, hasta el torpe intelecto del labrador andaluz, que creía al autor de Rerum Novarum digno de toda condenación, todos, sentaban su doctrina social en estos términos simples: protección para el terrateniente, resignación para el obrero y un poco de caridad, para endulzar diferencias y mitigar las duras sacudidas del hambre. - Y en el fondo, lo fundamental, era el horror· a la práctica de la Democracia, horror más justificado, cuando esta era; por la incorporación de las masas, a la vida política, una realidad pragmática inexcusable. Todo eso, formó la revolución, desarticuló la vida legal del país, abrió esta honda división, cuyo surco se llena de caliente , sangre humana y privó a los que encendimos la lámpara de la esperanza, el). una peregrinación de sacrificio por el campo de la ley, de la posible, lenta y metódica aseguración del derecho, en una fórmula pacificadora del recio empuje jurídico. y social. Y ahora, tras diez meses incalificables, ¿qué ofrece la revolución? "Acabar con el señoritismo, realizar una obra de justicia social, asegurar -el orden y hacer una patria grande y fuerte". Así, en concreto, en líneas generales y amplias, pues a otros detalles no se acude en las exposiciones programáticas, fuera de aquellos, como ·el restablecimiento de las viejas tradicionales costumbres españolas y el imperio del sentimiento religioso entre las gentes. Y uno se queda asombrado, considerando estos propósitos, y re-· volviendo recuerdos y antecedentes que conmoverían a cualquier concienia por lenta y adormida que estuviese. ¿El _señoritismo? Sin hacer literatura sobre este punto, conviene señalar que es el señoritismo cerril y empecinado, ajeno a todo trabajo útil, parasitario y decadente, el que anda muy cerca de los supuestos caudillos y, a alguno Je jalea y azuza, en sus menesteres cotidianos. Hay algunos ejemplares de que ese señoritismo -al parecer los de más enjundiosa situación económica- que no están muy decididos a la obra. Autoriza a hacer esta afirmación, el tono de ciretas condenaciones, contra esos malos españoles que se niegan a ser empresarios de la revuelta. Una obra de justicia social, anuncian. ¿Dónde? ¿Cómo? Los elementos patronales, por una ley de· organización, tienden a obtener el beneficio máximo, que es, en consecuencia, salvo los contados casos de un negocio excepcional por razones de su instalación, el máximo despojo del trabajador, como ,fuerza concurrente. Cuando por presión coactiva del poder, el tipo de resistencia de la masa desminuye, aumenta el agio manifestado en el desmedro de la soldada. La acción acapaMATTEOTTI ::::::::::::::::============--========= 7

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