Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

.. MANUELBLASCOGARZON (Consul General de España en ia RE:pública Argentina) LA TRAGEDIA INEXPLICABLE Cualquiera que contemple, con serena calma, las razones que en sus artículos, proclamas y discursos, exponen los directores del movimiento rebelde en España, tendrá que reconocer que estamos en presencia del hecho más absurdo, cruel, inexplicable y bárbaro, que pudo concebir la fantasía humana, para justificar un crímen histórico, de proporciones inconmensurables. A raíz de la subversión militar, el hecho de la sublevación, no tenía positiva y realmente, una explicación de fondo, en sus propios autores. En rigor, el movimiento era un sentimiento, más que una idea; un estímulo de voluntad, más que un pensamiento organizado, con directrices eficaces. · Los militares, ia mayor parte de los militares, y ciertos políticos, se concertaban para ir contra la ~epública, que, forzosamente y por ley de gravitación, tenía que buscar aquellas soluciones de justicia en el ánimo de los sublevados, un plan orgánico y de conjunto. Bastaría para confirmar esta tesis, el recuerdo de algunos detalles eficaces. Los primeros pasos dé la sublevación, se iniciaron bajo el signo de la República. Sus alocuciones por medio de la Radio, terminaban con el himno nacional. La falange, forma específica del fascismo español, no tenía un papel preponderante. No lo tuvo, ante,, de la subversión. Yo recuerdo, a este propósito, un incidente singular. Hasta se habló con motivo de él, de un descubrimiento sensacional: el de una tentativa de violencia de los falangistas, co)ltra el líder orensano del movimiento. No se dió a este un designio fundamentalmente monárquico, ni se puso en tela de discusión, el predominio <le una rama sobre otra. En una palabra; no existía una concreción doctrinal, para unir elementos tan dispares, ideológica y sentimentalmente, como los que al cabo del tiempo, concurren en esta obra desoladora y sangrienta. Había un tema, en los movimientos de la Unión Militar Española y era según ellos, el desorden de la vida del país. Es verdad, que este desorden, que provocaban sus adeptos, en la obra de la sublevación y que pagaban sus afines, no había quitado un cargo, arrebatado un ascenso, ni privado de su mando, a ningún gern::ral. Es verdad que este desorden, tenía en sus casas, disfrutando de la totalidad de sus sueldos, a lps retirados voluntarios, que además, prevaliéndose de la equivalencia de sus títulos o de la reserva defensiva que el sueldo 6 _____ MATTEOTTI

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==