virtud de calmar a los locos y provoca 1el anuncio que Corfú será desocupada el 27 de septiembre. Siempre está bien lo que bien termina. Pero el general fascista Gandolfo aprovechando, en 1924, la lección de -Corfú, proyecta una luz singular sobre toda la política fascista -y sobre los hechos actuales-. Escuchen: 'Si S. E. Mussolini hubiese estado sostenido por la posibilidad de lanzar en 24 horas fuera de las fronteras veinte divisiones, es decir, más de 200.000 hombres ya movilizados, adiestrados y aguerridos, vibrantes del más alto espíritu patriótico y militar, munidos de todos los medios que la técnica pone a disposición de los ejércitos, y sostenidos por una poderosa aviación, ¡ qué peso diverso habría tenido su opinióp. ! Francia e Inglaterra habrían aceptado sin chistar todas sus decisiones". En 1924-25 no existían trazas de una política exterior del fascismo. El régimen está maniatado por una durísima lucha interna en la qne Mussolini juega el poder y la vida. Si él se digna ir a Locarno para firmar el famoso pacto, lo hace deteniéndose algunos días, según la observación del diputado Bottai, '' en el Cana vese donde nuestros soldados se preparan y no en el Ticino donde se pierde el tiempo". Liquidado en 1926 el caso Matteotti, el fascismo se consagra a la política exterior dominada por tres preocupaciones fundamentales: la expansión colonial; la supremacía del Adriático; la paridad con Francia en el Mediterráneo. Para alcanzar estos objetivos Mussolini trata de hacer de lfoma la anti-Ginebra, elrender-vous de todos los resentimientos, de todas las cóleras, de todas las exasperaciones nacionalistas. En tres frentes la política fascista se opone a la política francesa: primero en Ginebra, después en la Europa danubiana y balcánica y, por último, en Africa. La firma, en noviembre de 1927, de un tratado de amistad entre MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO
RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==