Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

que la misma pueda haber hallado indulgencia interior y, exterior. La guerta, al destruir el imperio austro-húngaro, al reducir por alguna generación la potencia e influencia de Alemania, disas·ociando a Rusia cte la tradicional política europea, había colocado en primer plano a Italia. Sobre este hecho real, el fascismo, fuerte en la continuidad de su experiencia, hubiera debido desarrollar una gran política,· capaz de dar resultados concretos. En cambio, después de trece años ha hecho sufrir a Italia la humillación sin precedentes d~ las sanciones. Allí donde se imponía una gran política de principios, el fascismo ha desarrollado una política demagógica y estéril, poniendo al servicio de mi'serables veleidades de potencia militar medios contradictorios e inadecuados; cubrien\lo con la fraseología de las declaraciones el vacío de las realizaciones; llevando sobre el terreno de la fuerza los problemas que debían mantenerse en el del derecho y la justicia. El delirio de grandezas ha hecho equivocar a Mussolini el sentido de los límites y de las proporciones. Toda su política exterior est~ condenada, por un vi: cio de origen: el culto de la fuerza. Apenas llegado al poder, Mussoljni parece dominado por la voluntad de rehacer la Entente, pero en seguida choca contra la Liga de Naciont>s y contra Inglaterra con la grotesca aventura de Corfú. Los hechos son conocidos. El 27 de agosto de 1923, cerca de Kotitza, en territorio griego, algunos "desconocidos" la emprendieron a tiros contra el automóvil de los miembros de la comisión internacional para la delimitación de la frontera albanesa. Un general italiano, dos oficiales superiores, el intérprete albanés, ·-el ~hauffeur sor;. asesinados. Estos estaban allí por encargo y mandato de la Conferencia de Embajadores. El buen sentido sugería que a esta conferencia, y a ésta solamente, correspondía la misión de averiguar y obtener excusas y reparaciones. Pero el buen sentido no es fascista. El 29 agosto Mussolini envía un ultimatum a Grecia en el que se halla el ec.o no atenuado del ultimatum que Austria enviara a Serbia después del atentado de Sarajevo. El 31 _Grecia responde rechazando tres de las condiciones del ultimatum fascista y apelando a· la Sociedad de Naciones. El mismo día Mussolini hace ocupar Corfú después de un bombaredo que siembra la muerte entre la población civil. La tempE)stad se desencadena en Europa. Por algunos días Mussolini mantiene serenidad. Niega competencia a la Sociedad "para mezclarse en un asunto que afecta el honor de Italia". Su prensa se levanta contra la Sociedad de Naciones, tratada ya de "bolsa de intrigas internacionales", "resabio del superado siglo XIX", "cueva de bandidos", de "meca del internacionalismo ultraburgués al servicio de Inglaterra''. Una "visita amistosa" del embajador inglés a Mussolini tiene la MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO

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