sociedad. IV) Puede ser excluído de la ~ociedad cualquier miembro que ~e haya hecho culpable de ·1a violación de uno de los compromisos resultantes del pacto. Lá exclusión será pronunciada por el voto de todos los c:emás miembros de la Sociedad representados en el Consejo" . . No se ¡rnede imaginar nada más riguroso y de más automático ·en las disposiciones del Covenant y sobre todo en el artículo 16. Mussolini co- · o,,cía estas disposiciones. Tomando la iniciativa de la agresión sabía que iba a desencadenar al ·mismo tiemp-0 las sanciones. Cuando en Italia se protesta contra las sanciones, las protestas deben extenderse al responsnble, es decir, a Mussolini. V DEL INCIDENTE DE UAL - UAL AL ESTALLIDO DE LA GUERRA La historia de los acontecimientos desde el incidente de Ual - Ual (5 de diciembr-~ de 1934) hasta el estallido de la guerra (3 de octubre 1935), pone en evidencia la fatal inconsciencia fascista. Mussolini ha dicho del incidente de Ual - Ual que fué "el campal}azo de alarma de una situación que venía madurando desde tiempo". La situación a que se refiere es el propósito del fascismo de resolver en Africa 01 problema de la expansión italiana. Desde cuándo existe este propósito, es difícil establecerlo con certeza.' El e~critor alemán Ludwig, autor de un libro Coloqitios con Mussolini, ha recordado C'Il una conferencia, que hace cuatro años Mussolini le había hablado de Abisinia. La cosa es posible, visto que los únicos consejeros del duce, las únicas personas que ante él pueden expresar una opinión aun /\dversa, son los periodistas extranjeros. Los arehivos de la Consulta permitirían ciertamente establecer que la monarquía nunca renunció a la idea de la expansión en Etiopía. Pero f.Eta idea ha tomado formas diversas. Bajo el régimen fascista sólo a f;nes de 1934, después del fracaso del "revisionismo" en el terreno europeo, maduró el propósito de una brusca ofensiva en Africa que pondría a Europ·a frente a un hecho cumplido. En este caso Ual-- Ual más que "el campanazo de alarma", debe considerarse como la ocasión, el pretexto, para pasar a la ejecución de tm plan ofensivo preconcebido. Es cierto que al día siguiente de este incidente, las reacciones de Roma y de Addis Abeba aclararon inmediatamente que el gobierno fascista entendía resolver la cuestión en el terreno de la fuerza, mientras qu el abisinio se atrincheraba en el terreno del derecho internacional y por consiguiente de la Sociedad de Naciones. MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO • 38
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