esplícito al responder a todos los que acusan a Gran Bretaña de haber hablado demasiado tarde después de haber permitido a Mussolini empeiíarse a fondo en Africa. Sir Samuel Hoare ha dicho: '' Tengo ante mí una nota detallada que describe los pasos incesantes que hemos dado cerca del gobierno italiano, desde fines del año pasado. Desde esa época no hernos cesado nunca de advertir a Italia de la gravedad del problema planteado. En enero, los gobiernos francés e italiano se han entendido en Roma y concluyeron un acuerdo, una parte del cual era relativo a Abi- ~inia. Según este acuerdo, Francia se desinteresabtt de Étiopía desde. el punto de vista económico, excepción hecha de los compromisos existentes en la zona del ferrocarril fran_cés· de Jibuti a Addis Abeba. "El 29 de enero, el gobierno italiano al llevar a conocimiento de S.M. este acuerdo, nos hizo saber por intermedio de la embajada de Italia 'en Londres, que sería ·feliz por un cambio de vistas con Inglaterra sobre el desarrollo mutuo y armonioso de .los intereses ingleses e italianos en Abisinia. Se ha pretendido en los círculos italianos que nosotros no hemos tornado en <:lienta esta invitación. La realidad es distinta. La cuestión ha sido seriamente examinada y ha sido nombrada una comisión especial para estudiar nuevamente él conjunto de las relaciones anglo-etíopes y de los intereses ingleses en Etiopía. Y esto para llegar a una decisión sobre las medidas a. adoptar. Este estudio hacía necesario la deposición de testigos y expertos y la consulta a los gobiernos de Sudán y Kenya. Era natural y normal que estas consultas llevaran un poco de tiempo. Si hasta ahora no fué dada ninguna respuesta específica a la iniciativa italiana, ha sido solamente porque el desarrollo rápido de la,accñón italiana en Abisinia ha ido más ligero que una calma y prudente discusión de las e nestiones de detalle. "En cuanto a la conferencia de Stresa, los hechos son los siguientes: 1;0 es exacto que la cuestión abisinia no figurase en la orden del día. Es verdad que la conferencia no ha discutido formalmente la cuestión; ella t~nía ya poeo tiempo para tratar el problema del rearme de Alemania. Pero la cuestión de Abisinia ha sido discutida por los miembros de las dos delegaciones. En este -momento el gobierno italiano fué informado de nuestro 'punto de vista y se esperaba todavía llegar a una solución amigable entre Italia y Abisinia. La cámara debe estar segura que desde el principio de la controversia nosotros no habíamos dejado al gobierno italiano la menor duela, sobre mlestro piinto de vista". Entonces, Mussolini sabía y eso no le impidió preparar la giierra de 1\frica corno si se hubiese tratado del asaltó a una cámara dii trabajo o ae una "lección de esgrima". Un procedimiento tal es típico de la mentalidad rnussoliniana, forjada a través de las más o menos afortunadas r fáciles experie:µcias internas, que consiste en poner al adversario frente a un hecho cumplido. El fatal error de Mussolini procede, además, del ' 3$. MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO
RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==