Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

,Je orgullo dinástico y para distraer la atención del país de los escándalos internos mediante la guerra; tendía en fin con la empresa de Trípoli, a reforzar su posición en el Mediterráneo y a dar' satisfacción a los intereses de la industria pesada. Pero el imperialismo italiano no ignoró nunca que Eritrea, Somalía, Tripolitania y Abisinia no podían transformarse en reales y· verdaderas colonias de población. La experiencia fué hecha en Eritrea por los gobernadores Martini y Salvago Raggi y dió tales resultados que indujeron al gobernador Conrado Zoli a escribir en la Rassegna Italiana de 1932, que "la colonización del aitiplano (etíope) lo mismo que la agricultura realizada por europeos en 61 altiplano, además de impolítica es también antieconómica". El proceso del colonialismo se puede hacer en base a las estadísticas oficiales. Italia se halla en Eritrea y en Somalía desde hace cincuenta i:.ños; y en Tripolitania y Cirenaica desde veintitrés años. Ahora· bien, ~esulta de la estadística de 1931 que, en las colonias, sobre una población de cerca de dos millones y medio de habitantes, viven, apenas 57.000 italianos. De éstos los colonizadores (agricultores) eran: en Trípoli 1361, en Cirenaica 256, en Somalía 200, en Eritrea 84; total 2901. Cuando se tenga en cuent_a que las empresas africanas (sin comprender la actual) costaron 15 mil millones de liras y 23.000 muertos se llega a este resultado edificante: cada colonizador cuesta cinco millones y ocho vidas humanas. Pero la ilusión es tenaz en el corazón de los hombres y ha renacido a propósito de Abisinia. Con su territorio, que es cuatro veces el de Italia (310.000 km2 para Italia y 1.120.000 para Abisinia), con miras en un subsuelo rico en minerales, más o menos preciosos, con sus fértiles altiplanos, Etiopía aparece a los ojos de nuestros pequeños burgueses como la tierra de promisión y de embelezo. Pero todo eso no resiste el análisis de los datos concretos. Aun en la hipótesis, más que inverosímil, que Abisinia guardEl en su ~ubsuelo riquezas inexploradas, petróleo, oro, etc., queda por ver si s'u usufructo e.s económicamente posible y rendidor, si existen los capitales necesarios j· si .éstos pueden contar con una ganancia adecuada .. Desde el punto de vista agrícola las cosas no· se presentan diferentes. Con relación a la parte fértil de su territorio, Abisinia está ya suficientemente poblada. Se puede, dertamente, con un racional cultivo de la tierra aumentar la producción, pero quedaría por resolver el problema del transporte y se plantearía el del costo de producción. Producir café en Abisinia no es todo, porque es necesario producirlo al menos de calidad y costo igual al del café brasileño, lo que es imposible, especialmente si se piensa seriamente en trasplantar campesinos italianos a una Abisinia conquistada y sumisa. :Aparté de la -cuestión del clima, al cual nuestros campesinos no ;:iodrían habituarse (sobre el altiplano etíope un· europeo siente vértigos y sofocaciones y se encuentra imposibilitado para hacer un esfuerzo MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO

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