Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

agosto de 1934, hablando i:.imbólicamente desde lo alto de un carro de asalto proclamaba que "toda la vida de la nación, la política, la economía, la vida espiritual, debe marchar hacia las necesidades militares de Italia". Ha cumplido su palabra; su política en el aspecto económico y fi. nanciero, en el de la producción, ha tenido como único objetivo preparar a Italia para la guerr11,. En un balance estatal de menos de veinte mil millones, cinco a siete mil se han gai:.tado para la aviación, la marina y el ejército. Con los decretos sobre ·el ""adiestramiento militar" del 18 septiembre 1934 la nación entera ha sido militarizada; todo italiano de ocho a cincuenta años ·h~ sido puesto bajo la disciplina militar. Hacer independiente a Italia del extranjero ha sido para el fascismo un objetivo estratégico impuesto por consideraciones militares y no económicas. La campaña del trigo, por la na~alidad, los obi:.táculos a la emigración , cuando ésta era aún posible, el monopolio de los cambios: todo ha sido concebido y realizado en función de la guerra. Creado el instrumento debía utilizárselo, aun porque el instrumento, desproporcionado a la capacidad del país, devoraba al mismo. Entonces la_§s_upremas decisiones han sido tomadas y por voluntad de Mussolini Italia se ha dado cita con la muerte en Abisinia, convertida, o vuelta a ser, la sombra de nuestro destino. I I I EL PAÍS ARRUINADO POR CORRER TRAS UNA ILUSIÓN EL '.mperialismo italia~o no es n'uevo e~ em~resas africanas. Puso sus · OJOSsobre el Mar RoJo y sobre el Afr1ca oriental desde 1870. Apenas proclamada la unidad nacional una sociedad privada -la Rubattinofué autorizada por el Estado para adquirir la bahía de Assab que se con: virtió en colonia en 1882. Tres años después un cuerpo de ejército expet.licionario ocupaba Massaua. La consuiencia colonial de la burguesía era entonces crepuscular; su apetito de territorios era más que relativo en una época en que el capital italiano era: insuficiente para la ''colonización'' del territorio nacional. ::,i el ministro Mancini iba buscando por el Mar Rojo !as llaves del Mediterráneo, Crispi, en cambio, pensaba en el norte de Africa y se mordía yiendo como Francia se adueñaba de Túnez. Pero después de los primeros .encuentros con los etíopes, ocasionados por la tentativa de llevar al interior la ocupación sobre el Mar Rojo, y sobre todo después de la .masacre de Dngali (1887), Crispí, considerando que el honor de la monarquía se hallaba en juego, se convirtió en partidario de la penetración en Abisinia, tendiendo al protectorado. MATTEOÍ'TI • XII ANIVERSARIO

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