Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

De golpe nos ha parecido que medio siglo de historia, de vida, hubiesen i;ido anulados y que la Italia de Mussolini retomase, en Africa, la obra, el sueño y la locura de.la Italia de Crispí. En ese sentido, el 3 de octu]¡re es un epílogo, en el que Mussolini hace el papel de mandón, el epílogo dramático de las tentativas burguesas de resolver el problema italiano en el plano de la fueirza militar y de la expansión colonial. Lo que ha dado aspecto angustioso, en el curso de medio siglo, al problema· italiano, es la pobreza y la exigüidad territorial del país en relación a la población. Somos hoy 44.000.000 de habitantes en un territorio que es la mitad de Francia, que carece de carbón, de hierro, donde no hay oro, ni petróleo, donde la misma producción agrícola apenas satisface nuestras necesidades. Tal es el hecho que se halla en el origen de muchas de las perturbaciones sociales y políticas -aun comprendido el fascismü--'- de que Italia pa sido y será teatro. Pero frente a cada hecho son posibles reacciones de diverso orden. El nacionalismo entrevé la solución ,en la guerra de conqUIBta. Los liberales la buscan -y por un tiempo la hallaronen una política casera y en el impulso interno de la economía del pais. Los socialistas, partiendo de la experiencia liberal, se propusieron y se proponen una solución cuyos puntos principales serían: la reorganización racional de la producción y del trabajo, tanto en el interior como en el aspecto europeo y mundial. Entre los hombres de Ef,tado de la burg~esía, Crispí ha sido el primero en concebir la solución del problema italiano en función de la conquista africana. Adua fué el punto de llegada de su política. Con el alba del nue~o siglo -y del nuevo reino, el de Víctor l\fa- ·nuel III- el liberalismo emprende una obra de vasto aliento, con medios a menudo insuficientes y con espíritu medioeval. Trató con todas sus fuerzas de organizar económicamente el. país y tuvo éxito con una política de trabajos públicos que transformq físicamente la nación; la enriqueció y permitió elevar considerablemente el nivel de vida material -y por lo tanto espiritual- de las• masas. Para alcanzar este resultado contribuyeron diversos factores internos y externos. En primer lugar contribuyó el movimiento obrero socialista que se convirtió en una gran fuerza política a fines del siglo pasado y que señaló el problema italiano como problema social interno. En segundo lugar, la política liberal halló un poderoso auxilio en la emigración que absorbía anualmente varios centenares de miles de italianos, los que se convertían, en cualquier país del mundo, en propagandistas y clientes del comercio italiano, al mismo tiempo que, con sus ahorros, hacían afluir hacia Italia corrientes de oro. En fin, contribuyó la relativa paz que de 1870 a 1914 permitió en Europa un prodigioso desarrollo de la industria y el comercio. MATTEOTTI • XII _ANIVERSARIO

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