Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

¿ por qué lo publicarían los diarios " dice el ciudadano "bien pensante". Muchos que se han libertado de la fe en los dogmas, sin embargo, tienen la mas ortodoxa fe en el papel impreso. ¡Es tan cómodo y cons.olador po,der creer que en el propio país de uno no pasa nada malo y que aquel poco de severidad es impuesta por la desgraciada herencia dejada por los otros gobiernos! ¡Es cómodo tener fe en quien tiene la rienda del poder, en quien puede dispensar puestos y favores! Esforzándose en creer, sin sofisticar mayormente, se gana la paz y la buena digestión. Pregúntesele sino a los dictadores, si no renunciarían antes a la violencia que- a la mentira; aquella mentira cuyos acordes resuenan en· la radio, mentira que se pavonea en los films, que falsifica la estadística, que seca las manchas de sangre y tapa la boca a los estertores de la agonía, que enloda los nombres de los honestos y ensalza a los delincuentes como héroes nacionales. Si las armas son aptas para quebrar la resistencia con la fuei-za, la mentira previene hasta la voluntad de resistencia, falsificando los hechos que tendrían que provocarla. He ahí, porque los pueblos oprimidos aparecen ante el mundo como cobardes y ciegos morales, porque a ellos se les atribuye la supina aquiescencia a hechos que ellos nunca conocieron. Hasta que masas obtusas e ignorantes fueron el objeto pasivo de la política, no hacía falta que la mentira fuera elaborada y sistematizada. Pero un lento y tenaz trabajo dió a las masas la visión de la realidad, una inteligencia, aunque vaga, de las fuerzas y de las relaciones que rigen los hechos sociales. Las masas son ellas también actoras en la historia. Y vemos, ahora, cómo aquella misma evolución técnica que hizo posible el despertar de la masa, y una mayor libertad y justicia, es lo· que actúa hoy, tendiendo a eliminar de la vida pública toda acción de masa. Al servicio de la violencia, la técnica crea ametralladoras y gases venenosos, lanza-llamas y aeroplanos con bombas; al servicio de la mentira, rotativas y altoparlantes, cine y radio, todo un poderoso mecanismo monopolizado que se interpone entre la realidad y la opinión pública. Las dictaduras crean un ministerio de propaganda para preparar y dosificar. sabiamente la mentira, para mantener a las masas en estado de ebriedad y de letargo. En el exterior no se llega a comprender cómo en Italia y en Alemania haya quien arriesgue la vida por el hecho de difundir en su propio país datos de hechos puros y simples. Pero nada es más revolucionario que el conocimiento de los hechos. Bien lo saben los dictadores quienes se esfuerzan en ahogarlos en la mentira. Bien lo saben quienes difunden el volante que puede significarle la vida. Quien lucha por la libertad debe tener la verdad por aliada. Así se cumplirá el vaticinio del gran rebelde ·de Nazareth: "la verdad os hará libres". ODA OLBERG 21 • MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO

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