Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

dos y delegados de las demás entidades; una Asamblea, de miembros de las secciones adherentes. El primer acto oficial del Comité fué la publicación de un manifiesto, difundido por de.cenas de millares de copi:s, manifiesto que ya presentaba · una lista imponente de adlíesiones colectivas e individuales, y que fué también reproducido por los más representativos órganos de la _prensa de la República. Aún hoy, podríamos volver a_publicar el_documéilto, pues a un año de distancia ·nada perdió de su actualidad, hallando más bien, en el curso del tiempo, su plena confirmación. Todas sus afirmacione-s, despaciadamente fueron ratificadas por los hechos: guerra muy costosa, difícil, larga, guerra-derivativo, guerra abominable e idiota. Guerra muy costosa. - Hasta el día de hoy, según las estadísticas ofi, ciales, calcúlase un gasto alrededor de 12.000 millones de liras. Cifra astronómica, cuyo valor sólo puede concebirse recurriendo a un ejemplo práctico: considerando que el número de desocupados italianos asciende a un millón cada uno de ellos, empleando en su beneficio aquella fantástica suma, habría podido recibir un subsidio de 12.000 liras, para emigrar y rehacerse una vida de trabajo en otros países. De este modo, habríase hecho desap* recer la desocupación en Italia, procurándose, al mismo tiempo, una situación holgada para un millón de compatriotas, con grandes ventajas también de aquellas naciones (Brasil, Argentina) que pudiendo hospedar en sus inmensos y fértiles territorios, a nuestros desocupados --entre ellos a mu. chos profesionales- habrían sido beneficiadas por el aporte de sus ingentes capitales a la agricultura, el progreso edilicio, la producción en general. Pero. . . los 12.000 millones se gastaron para fabricar autos blindados, cañones y ametralladoras, bombas, gases tóxicos e incendiarios, con el objeto de atacar a un pueblo y masacrar a etiopes. . . e italianos. Guerra difícil. - La estadística completa de los muertos, heridos y enfermos italianos aún no se conoce. Pero es sabido qµe para doblegar la resistencia del ejército abisinio, los esfuerzos han sido tenaces, las pérdidas notables, horrendos los medios empleados. Y esto no es todo: Guerra larga. - Larga y extenuante. Porque aún cohtinúa, casi después de un año. Deshecho el ejército del Negus, falta conquistar todavía una buena parte del país, que tiene una extensió~ cuatro veces mayor que la de It;lia. En un territorio tan vasto, las guerrillas son siempre posibles, porque el cuerpo de ocupación, aunque numeroso, deberá necesariamente fraccionarse en múltiples y reducidos destacamentos que ofrecen un blanco fácil a e~boscadas y .ataques, sobre todo en las zonas montaño¡¡as. Desgraciadamente, repetimos, la guerra no ha terminado, y la palabra "paz", proclamada por Mussolini después de la toma de Addis Abeba, no · tiene sentido. Marruecos lo prueba. Guerra-derivativo. - Después de trece años de éspera, de hipertensión, promesas, palabras y palabras, las únicas obras realizadas eran la esclavitud y la miseria generales. Industrias hipotecadas a capitales extranjeros. Balance desequilibrado. Bonos del tesoro protestados. Lira desvalorizada. Reserva de oro del Banco de Italia hecha humo. Ahorros saqueados. Exportaciones caídas. Riquezas privadas -secuestradas. Y solamente en auge, el MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO • 14

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