Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

ll Reformador fué Pedro el Grande, un bárbaro de genio; reformador Napole6n, con su espíritu moderno y el admirable C6digo civil; reformador Lenfn, el gran dogmático idealista, fundador de un· mundo nuevo. Pero Iván el Terrible volvi6 al pasado, Bismark, tan sagaz como político, se aprovechó del presente para cimentar el pasado. Mussolini tiene algo de Iván el Terrible y de Bismark, es un obstáculo en la marcha hacia el porvenir. Todo lo que ha realizado no sale del éstrecho círculo del momento. Si mira hacia adelante es para imponer arcaicos principios al mundo. Y remachar nuevas cadenas y dar vida a otras fórmulas difuntas. Sostiene· un edificio vacilante que se cae de puro viejo y carcomido, no sabe levantar, ni siquiera colocar, los cimientos de un edificio nuevo. Sobre una base superficial y contingente y con medios reaccionarios Mussolini no podrá sostener por mucho tiempo su sistema. Tal vez lo adaptará a las circunstancias y con ojo avizor de político sabrá sacar provecho de las vacilaciones y flaquezas ajenas. Pero esto no basta. Solamente dura y se estabiliza cada vez más lo que tiene un sentido profundo, el cauce por el cual ha de correr el río de la vida. ¿ Diques transitorios? ¿ Empalizadas espec.taculares y frágiles? Las aguas se las llevan. Para sostener su prestigio, ocultar sus yerros y ahogar la protesta, siempre próxima a estallar en la sombra, el dictador de Italia se verá obligado a intensificar el derivativo bélico, empobreciendo cada vez más al país, provocando sordos descontentos y disimulados rencores. Círculo vicioso en que se agitará su personalidad espectacular hasta las extremas y lógicas consecuencias. La corriente renovadora, con ímpetu arrollador o en forma lenta, metódica y segura destruirá el obstáculo fascista. Y sólo se salvará de él el recuerdo de una tentativa sagaz, violenta y bien organizada; pero destinada a morir como todo lo que pretende detener el curso de la historia. La obra de Mussolini quedará como la de Juliano, el Apóstata, sin la nobleza y el gesto lírico de aquel emperador romántico. Quedará como el esfuerzo de un meneur perspicaz y sin escrúpulos, apoyada por el interés y el miedo de una clase 'agonizante. Una ambición desmedida y un intelecto cínico, superficial y maquiavélico levantándose sobre el miedo y el interés de los aventureros y especuladores de postguerra. Hé aquí el fascismo de Mussolini - y hé aquí a Mussolini mismo. ERNANI MANDOLINI MATTEOTTI • XII ANIVERSARIO

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==