Camarada: • Cartel a un antifascista Comprendo su profundo desaliento y part1c1po de él. Por grande que sea nuestra fe en la verdad y justicia de nuestra causa hay momentos de amargura que no podemos evitar. Este es uno de ellos y Vd. lo deberá soportar con entereza y deberá vencerlo saliendo de esta lucha aun más grande y más fuerte. La empresa imperialista de Mussolini nos pareció a t9dos peligrosa y esperamos que ella pudiera ser el principio de su caída. Mas ha salido de ella triunfante, consolidada su situación interna y plantado el primer jalón de su cesáreo imperio. Muchedumbres delirantes han aclamado al Duce, olvidando los miles de millones de liras, los millares de muertos, enfermos o mutilados. Italia ha sufrido una enórme sangría impuesta por la megalomanía del hombre que es hoy dueño de su destino. Vd. camarada, que ama a su país, más ahora talvez en su momento trágico, comprende que esa sangría será tal vez estéril. La noble sangre vertida no podrá convertir al desierto en un oasis, un largo período de guerrillas mantendrá abierta la herida, quien sabe durante cuanto tiempo. Pero esto le será ocultado al pueblo en el que ·se cultivará solo el orgullo de saberse grande, fuerte, imponente. ¿Es este sentimiento unánime? ¡ Cómo ha de serlo! 5• MATTEOTTI• XII ANIVERSARIO
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