Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

está todavía bien claro qué pasó después, pero por lo$ antecedentes de los dos sujeto13, Luporini y Gambacciani, se presume que de' la discusión se pasó a los hechos. Estaba presente a esta escena, por casual coincidencia, otro masón, G. Becciolini (amigo personal de Bandilos techos, pero los fascistas lo agarran y lo arrastran ha:-:tala sede del fascio, ya medio muerto por los golpes. Allí en seguida se constituye un tribunal presidido por el ''Cónsul'' Tamburini. Becciolini niega desesperadamente ser el matador 2 pero el tribunal lo condena. Lo llevan frente a su propia MUESTRA DE LA "REVOLUCION" FASCISTA Con cachiporras como estas, que los fascistas han expueºsto orgullosamente en la Muestra de su "revolución" el año pasado, el pueblo italiano ha sido "convencido" de las ' bellezas del nuevo régimen. nelli), quien v1via en la misma casa de departamento13. Exasperado por la prepotencia de los dos ·en contra del viejo Bandinelli, empuña el revólver y deja partir dos tiros. Gambacciani herido en una mano, Luporini herido de muerte. Las agencias oficiosas presentaron la muerte de Luporini como si hubie- .~ecaído en una emboscada comunista. Esto es sólo para justificar las venganzas rmcesivas. Becciolini, huye por 49 casa, lo atan a las verjas que rodean el mercado central y allí lo llenan de balas. Los departamentos suyo y de Bandinelli, son i=tsaltados,los muebles arrojados a la calle y entregados a las llamas. · En pleno terror Las represalias, lejos de terminar, continúan; apenas están en sus comienzos. Reunidos los fascistas en su

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