vocar siempre en esa ciudad, al Directorio del Grupo Parlamentario Socialista '' reuniendo de esa manera a todas las fuerzas políticas y sindicales con miras a una más precisa determinación del objetivo de la lucha decisiva y para alistar los medios adecuados.'' Esta resolución dió la impresión que la agitación estaba evolucionando inevitablemente hacia una solución política. En los días siguientes, el prefecto de Milán en nombre del gobierno, el Com. Toeplitz, de la Banca Commerciale, el Com. Bondi, de la sociedad. ILV A, hicieron saber a los dirigentes, de la F.I.0.1\'I. que los industriales estaban dispuestos a reanudar las negociaciones y hacer largas concesiones. ,A todos ellos la F.I.0.1\1 contestó que el movimiento había adquirido ya un desarrollo tal que abarcaba no solamente a los metalúrgicos sino también a todo el proletariado italiano y que, por lo tanto, toda reanudación de las negociaciones estaba subordinada a las decisiones que adoptaría el Consejo Nacional de la C.G.'1 1 • convocado para el día 10. Mientras tanto, en los organismos dirigentes se habían manifestado dos tendencias. La mayoría de la Dirección del Partido proponía - a mi juicio con escasa convicción - la extensión del movimiento a todas las empresas industriales, agrícolas y comerciales de Italia, con objeto de intentar el establecimiento de la dictadura del proletariado; la mayoría del Consejo Direttivo de la C. G. del '1 1 ., por otra parte, sostenía que el objetivo de la lucha debía ser el contralor, no considerando posible en Italia en aquel entonces una experiencia bolschevique: Entre esas dos corrientes, los dirigentes de la F.I.OJVL, de acuerdo con algunos miembros del Consejo Confederal y de la Dirección del Partido, señalaban la siguiente solución: '' ampliación del movimiento para instaut rar la república socialista con el programa de realizar todas las reformas políticas y económicas más irusistentemente reclamadas por el proletariado socialista y compatibles con las condiciones del país." La F.I.O.M., pues, consideraba peligroso seguir teniendo al país en un estado perenne de tensión., sin nunca decidirse por la revolución ni por la participación en el poder y consideraba que la situación era como nunca favorable para decidirse. Sobre esta tesis en el seno del Consejo Nacional de la Confederación se desarrolló un amplio debate que frecuentemente llegó a asumir un tono dramático, aunque se montuvo constantemente en una elevada atmósfera de fraternidad y de respeto recíproco. La votación arrojó 591.241 votos en favor de la tesis de la mayoría del Consejo de la Confederación y 409.569 en favor de la tesis extremista. Hubo además 93.623 votos abstenidos, en su mayoría favorables a la tesis de la F.I.O.M. Para confirmar los sentimientos de recíproca esitinación que habían caracterizado el debate es suficiente reproducir la declaración, después del Yoto, que pronunciaron los secretarios del partido y el de la Confederación : Gennari. - Siento el deber de formular una declaración en nombre de la Direceión del partido. Tengo que recordar que entre la Confederación General del 11rabajo y el Partido Socialista existe un· pacto de alianza que a mi juicio ninguno de nosotros tiene interés de romper en este momento, cuando es indispensable unir las fuerzas del proletariado para una lucha que puede iniciarse con una orientación determinada, pero que con toda . probabilidad deberá ser llevada hasta el extremo. El pacto de alianza esta- 44 blece que en todas las cuestiones de carácter político la Dirección del par-
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