Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

de suspender el trabajo que superara el horario normal. El 29, la comisión patronal respondió a su vez, con un comunicado a lm diarios, protestando contra la orden dada por la FIOM y reafirmando su intransigencia. Según este comunicado, los industriales ,,,metalúrgicos se negaban '' a medir el salario de sus trabajadores'' sobre la base del '' de los obreros de otras industrias" y negaban "de estar obligaclm a fijar los salarios en relación con el coste de la vida''. Esta contestación - in'5olente en la forma y descabellada en la substancia - no daba lugar a ilusiones. Pero la F.I.O.M. - que tenía la sensación exacta de la caldeada atmósfera política. que envolvía a todo el país - supo imponerse una línea de conducta contemporizadora, con la finalidad de conquistar las simpatías de la opinión pública para la causa de 101:; metalúrgicos y para hacer posible la cuidadosa organización de todas sus fuerzas para la batallá de la que ·preveía los alcancPs excepcionales. En efecto, de acuerdo con esta línea táctica, la F.I.O.M. contestó con toda mesura a la Federación patronal: 1) que cuando una categoría de industriales se niega a tener en cuenta los sa]arim de las otras industrias y el costo de la vida, pierde el derecho de exigir de los obreros que tengan presente<:;las condiciones, de la industria en la que están ocupados; 2) que, no obstante esto, la F.I.O.M. sentía el deber, ante la opinión pública, ele invitar a la Federación patronal a demc.~trar en un -elebate público, que las indnstrias metalúrgicas no podían · efectivamente soportar nuevar:; cargas. Frente a la firmeza de la F.I.O.1\L y ante la presión de la opinión pública, Jos industriales se vieron obligados a aceptar esa discusión. Y desde el 10 al 13 de agosto, en los salones del Palacio Municipal de Milán, se examinaron las condiciones de las in- .. 42 dustrias metalúrgicas, mecamcas, navales y afines, sobre la base de innumerables estadísticas y datos concretos. Pero el 13 de agosto se produjo la ruptura. Las handas :fascistas habían empezado sus gestas y los industriales creían evidentemente que había llegado el momento de pasar a la contraofensiva. Y cuando la delegación obrera hubo terminado la refutación de las afirmaciones de los delegados patronales, el jefe de éstos, e] abogado Rotigliano - en aquel enton- . ces nacionalista y luego fascista - puso término a la discusión con .esta declaración provocadora : '' Toda dfr,- cusión es inútil. Los industriales son contrarios a la concesión de cualquier mejora. Desde el término de la guerra han estado b<;tjándosé los pantalones. Ahora basta y empezamos con ustedes.'' El desafío era evidente. Los delegados de la F.I.O. M. -que esperaban este desenlace, si bien no en una forma tan brutal- lo escucharon: sin inmutarse por cuanto estaban ya entregados a la tarea de perfeccionar sus planP.s de lucha. El 16 de agosto - vale decir apenas tres días después -· se reunía en Milán un Congreso extraordinario de lars secciones de la F, .I. O.l\lL En este congreso, la F.I.O.1\IL, convencida que la agitación debía tener vastos alcances sindicales - tal vez también políticos - había hecho participar a los delegados de la Confederación General del Trabajo y de la Dirección del Partido Socialista. El que esto escribe terminó su informe proponiendo que los metalúrgicos contestaran al desafio patronal con la inmediata aplicación del obstruccion~3mo y tomando posesión de las fábricas en el caso que los industriales intentasen el "lockaut''. Esta proposición fué aceptada por· unani-_ midad. El día después el obstruccionismo tenía aplicación. El 30 de agosto la firma Alfa-Romeo de Mián, que

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