Mussolini tributo a Scorza, ratificaron el pacto oproùioso cutre mandante y mandatario. Améndola, veterano de las agresiones, no se inmut6. En su espiritu no cupo el miedo, pero si'. una honda amargura en asistir otra vez al espectaculo de una repugnante ruindad moral. :M:ientras la obscena algarabia mayormente enfuriaba, Scorza pidio poncrse al habla con Améndola y le propuso que se alejara ·en auto bacia Pistoia, donde le seda posible tornar el tren. Sobre su palabra, el sicario le asegur6 que no le molestari'a nadir. Dos camisas negras, armados de riflc, estarfan de guardia en el coche. Era ya de noche. Améndola no tuvo otro recurso, y, solo, entre los aullidos de los fascistas embrutecidos, frente al justificado disgusto de Jos extranjeros alojados en el hotel, tuvo que subir en un automovil. Después de algunos kilometros de recorri<lo, el coche paro brw;camente. Una horda de fascistas, armados de picas, de bastones y dc cachiporras, cstaba en acecho. Los miJicianos se abalanzaron sobre el auto, y mieutras los hombres de escolta desaparecfan. una lluvia furiosa de golpes invisti6 al pobre .Améndo]a en la cabeza. en el torax y en todas las partes del cuerpo. Su traje gris se torno ro.io, manchado de sangre. Solamente la imorevista llegada de un auto, puso milagrosamente fin a la matauza. "Esta vcz han intentarlo de veras acabar eonrnig·o, corno hicieron con el pobre Matteotti", me dijo la mafiana siguiente, en su humilde camilla. <loncle yacfa magullado y veudado. Y rPalmente. el mismo destino del Martir (a quien habia enalteeido con dolor y orgu Ho fraterna!) aleteaba fatal sobre El. Y tal vez mas atroz. Porque el insanable desirarramiento de sus heridas, lo torturo durante todo 1111 afio, para apagarse sola:mente en la mue1-te. Muerto en el destierro. Jejos de su patria que habfa servido y exaltado en una religiosa discinlina del deber y bacia la cual, corno deseo supremo. se tendieron su mirada y los latidos postreros de su coraz6n. Su cuerpo descansa en el cementeMATTEOTTI rio de Cannes, sobre una altura florecida y perfumada que domina el mar hacia Italia. . . Para su pequefiita tumba, Roberto Bracco, ha dictado esta epigrafe sugestiva: AQVI - ESPERANDO - VIVE JVAN AMENDOLA. i Incitamiento y auspicio! Por su sacrificio; por el de todas las vfotimas gloriosas, conocidas e ignoraùas, aplastadas por el fascismo con sana bestial; por los hombres librcs qne padecen en las prisiones y que sufren en las islas de deportaci6n, nueYa ignominia del régimen ectual; por la dignidad de nuestra vida en e! mundo, nos incumbe, a nosotros, - pues sin ìiberiad no hay vida vcrdadera -; por cl dolor dc nuestros hijos y por la honra de nuestro pais nos incumbc el dcbcr sagrado de no titubear nunca, de no ceder jamas, dc no aflo,iar, sino resistir, confiar, luchar con concordia para que aquella espera dc liberaci6n sea breve. i~ ri"'"'• .......... ..... -.. ALBERTO CIANCA. LIBIL\IIU.E • V,U.olll • ---'-~-~ ...... -- ... PIETRO NENNI Six ans de guerre civile en Italie $ 2 .25 En vanta en el Palaclo del Libro, Malpu 49 y en la Libreria de "La Vanguardla", Rlvadavla 2150 - Buenos Aires.
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