Pagine di quotidiani e riviste dedicate a Giacomo Matteotti - 1925-1974

VII ANIVERSARIO firme, de la mas arrojada y de la mas memorable reivindicacion de los poderes del Parlamento que nuestra historia recuerde ". Esa es la significacion politica del Aventino. H ay quien lo conceptuo corno 1m error consumido en la esterilidad de un experimento negativo, error al cual Améndola y sus amigos hubicsen sido llevados por el prevalecm· de una incomoatibilidad ética absoluta, con respecto a la din:tmica del realismo poHtico. A:méndola nego siemorc ese error, sin embargo, es posible que en su actitud, el imperativo moral predominase sobre toda otra consideraci6n. Con todo, aun cuando fuern cierto que la funci6n hist6rica del AYCntino quec16 circunscripta entre los Hmites de una revoluci6n mora!, ning-una critica poclra nunca amcnguar la belleza y la gran- • cliosidad dc esa protesta, que en si resume las razones elementales y definitivas que marcaban el abismo .iamas salvado entre el derecho desamparado y el delito armado. En csa lucha, Améndola trajo toda la. intransigencia heroica de su moralidad, intransigencia quc elevo a su ley interior y de la que l1izo norma inflexible de conducta y de vida, por tener fntegro e in:cbatiblc el clerecho de reivindicarla frente a sus adversarios. De Améndoìa puede decirsc lo onc él, con su emoci6n casi filial, escribi6, en una pagina vibrante de poesfa y oue es un anhelo dc ascensi6n, dc Ana Kuliscioff, esta otra grande fig-ura heroica cn la lncha por la libertad humana: "Habfa militado asi <'omo habia respirado ''. Y su mi licia dehia terminar al pararse su respiracion. Se conoccn las etapas de su calvnrio. La primera agresi6n - cohanle y proditoria, corno toda gc,-ta fascista - se llcv6 a caho contra Améndola, solo y desarmado, el 26 de ditiiembre de 1923, por 11na pandilla de malhechores en camisas negras, a los cuales las 6rdenes habian siclo dadas por cl genera! De Bono - director, en aqucl entonces, dc la Scg-1iridad Pftblica - por mandato del mismo )fossolini. La responsabilidad directa del jefe del gobicrno y de De Bono se evidencia, no solo por las circunstancias que rodearon el episo• dio criminoso, ::;ino también por las declaraciones del su.ieto Vico Perrone, jefe de la pandilla de milicianos, que organiz6 y dirigi6 la emprcsa, y de los rnemoriales de César Rossi. !\Iussolini dio encargo a Ue Bono de hacer "suministrar una leccion" justo en el mismo dia en que él, para prepararse un alihf mora!, iba a pronunciar en 1'Ientana un discurso de entonaci6n pacifista. De igual manera, cHas antes de ordenar el asesinato de Matteotti, habia pronunciado en la Camara palabras de transigencia ... Todo grande criminal tiene su cstilo, y repitc sus métoclos. Otras agresioncs tuvo que sufrir Améndola. en Roma: el 30 rle mayo de 1924, después dc la sesi6n parlamentaria, cn la. cual él, Bcncivcnga, y otros opositores habtanse levantado para rechazar y repeler vigorosamente las in.iurias de un criminal de ba.ia calafi.a: Giunta; y cl 6 dc abril ·ae 1925, con motivo de una manifestaci6n por la libertad de imprenta. La agrcsi6n morta l, empero, ha sido aquella. de Serra.valle, entre Montecatini ~' Pistoia. La historia de la mas abyecta y feroz clclincucncia humana rcdstra muy pocos episodios comparables a éste, en cl cnal la cobardfa, la crneldacl, la pasi6n facciosa, rl odio hcstial, alentados nor la certidumbre clc la impuniclad y la promcsa del premio, se desenfrenaron salrnje.mcnte sobrc una yfcti ma indefcn. a. Aménclola recién habfa llcg-aclo clc Montecatini nara el tra ta miento dc las aguas; v lrnhfa tomnclo albergue cn 1m hotel. Alg-unas horas clcspués, millarcs de fascistas nrrnados. rnandaclos por el actual tliputac1o Scorza, rodearon el hotel intentarn1o invadirlo, aullando injurias soeces y gritando amenazas ed mucrte. El gobierno, conocedor del viajc dc Améndola, habfa enterado al su;jcto Scorza, y é8te habfa obrado consccuentc a tal es prop6sitos. El ataquc fué prcparado con el concm·so <lil'ccto ckl g-obicrnò. La8 alabam:as pùblicas, que poco después

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