Interrogations - anno V - n. 14 - aprile 1978

LA CLASE ALTA FRANQUISTA Se ha dicho que « La corporaci6n mundial es el instrumento ideai para la integraci6n del pianeta, a juicio de los gerentes de la Tierra » (los grandes manager de las transnacionales), porque es la « unica organizaci6n humana que ha conseguido liberarse de las ataduras del nacionalismo » (25). La conferencia de Jamaica de 1971 de Businness International lleg6 a la conclusi6n de que « la corporaci6n mundial internacional constituye una amenaza contra la misma existencia del Estado nacional », pues en nuestro tiempo « Una vez que la economia se hubo convertido en la sustancia a la politica, el poder pas6 a las organizaciones econ6micas mas grandes, es decir, a las corporaciones capaces de la mayor eficacia » dicen Barnett-Milller (26 ). Si pasamos del terreno econ6mico-politico a la estratificaci6n socia! no puede menos que destacarse el impacto de la penetraci6n masiva de las empresas internacionales en Espafia desde los afios 60. Entre « los nuevos espafioles » se destaca el Roble Barreda, Fraude en las multinacionales del grano, « Cuadernos para e! dialogo», Madrid, n. 241, 10 de diciembre de 1977, pags. 34-38. Mas escandaloso el negocio de los medicantes, de los que en Espaiia circulan no menos de 20.000 especificos, cuando en Suecia se manejan con solamente dos mii, y la O.M.S. aconseja cefiirse a una n6mina basica de 250. Ese mercado, atendiendo solamente a los pagos del INP (Instituto Nacional de Previsi6n) que provee el Seguro Obligatorio de Enfermedad estatal, es del orden de cien mii millones de pesetas anuales. Véase Reo! Tejada, Sanidad, « Qué », Barcelona, no. 2, 19 de diciembre de 1977. (25) Richard J. Barnett-Ronald E. Miiller, Los dirigentes del mundo. El poder las multinacionales, Barcelona, Grijalbo, 1976,p. 72 En verdad en los mismos origenes del capitaUsmo no faltaron asociaciones de mercaderes, y amenudo « se convirtieron temporalmente en verdaderos gobiernos » (p. 95) por lo menos en las colonia Hoy estan en 6ptimas condiciones de adoptar resoluciones porque tienen una « corriente de valiosas informaciones » (p. 44) que incluso faltan a los gobiernos. (26) La idea marxista del Estado « corno comité ejecutivo de la clase dominante», en cierto sentido es refrendado por la famosa divisa de que « lo que es bueno para las compaiiias es bueno para el pais », de donde es facil pasar a la confusi6n entre Estado y corporaciones mundiales. Pero ademas cabria preguntarse sobre si ya en sus decisiones originarias la iniciativa economica no implica una opci6n politica. Como dicen Barnet-Miiller (ob. cit. p. 51) « La decisi6n de levantar una fabrica, en un determinado lugar depende por supuesto, de muchos factores, entre los cuales se cuentan no s6lo los sueldos comparativos, las tarifas, los impuestos y los costos de transporte, sino también el clima politico y de relaciones laborales ». 94

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