CARLOS M. RAMA striales, vinculadas o no a los estrictos asuntos militares, primero corno representantes del Estado, pero seguidamente corno « hombres de paja » de intereses privados, managers o ejecutivos al servicio de los mismos. La gesti6n global del I.N.I. asimismo es elocuente. Sus empresas fijan precios politicos a los productos y servicios de sus empresas. Asi la HUNOSA, constituida en 1967, a la que las Cortes en 1977 le conceden una subvenci6n extraordinaria de 4.295 millones de pesetas, asunto que el diputado socialista Enrique Bar6n resumia « corno uno de los procesos de socializaci6n de pérdidas mas significativos del pais ». La empresa en cuesti6n vende hulla coquizable a precios inferiores en un 40 a 50% que el mercado exterior, y la mitad de su producci6n la consumen empresas siderurgicas, centrales térmicas y las industrias del cemento. En una palabra « una empresa potencialmente rentable sea tradicionalmente deficitaria para que se beneficien empresas privadas » (19). En verdad si la HUNOSA es la empresa de las 67 que agrupa el I.N.I., con sus respectivos 250.000 trabajadores, que tiene pérdidas mayores, también las ofrecen los balances de otras 18 empresas que son también deficitarias. En definitiva la gran empresa privada espafiola - frente a la de otros paises capitalistas - se caracteriza por una baja inversi6n de los proprietarios, pero con capacidad para financiar operaciones considerables gracias al financiamiento publico, los « precios politicos » de ciertos insumos y la minima fiscalidad. Otra variante del apoyo del I.N.I. a la empresa privada es su papel de salvador de los capitalistas en apuros por fracaso de sus empresas. Las grandes corporaciones nacionales en quiebra, moratoria o amenaza de suspensi6n de pagos, ya sea por mala administraci6n o por carencia de adecuados cambios tecnol6gicos, pueden - y lo han consegui do - vender al Estado sus explotaciones a buen precio. Es el caso a fines de 1977 de la Cia. de Navegaci6n Transatlantica Mediterranea (de la familia March), y antes la citata HUNOSA, amenazadas una por el progresso de la navegaci6n aerea y la otra por las nueves fuentes de energia sustitutivas del carb6n. A nivel de los altos mandos del partido unico, la Falange (19) P. 56, « Cambio 16 », Madrid, no. 308, 6 de noviembre de 1977: HUNOSA. Diez afios perdidos. La empresa se constituy6 al adquirir el Estado a un alto precio minas asturianas ya deficitarias en 1967. 89
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