Interrogations - anno IV - n. 12 - ottobre 1977

SINDICATOS CHILENOS similares para ambos, estrucurando de hecho un paralelismo sindical. ,Un hecho mas grave aün es el que el Estatuto Social no solo no otorga a los trabajadores participaci6n en el poder de la Empresa, sino que nos prohibe negociar el mejoramiento de la estructura de participaci6n. Cualqui·er mejoramiento pasa asf a depender de la voluntad caritativa de los empresarios, lo cual es inaceptarble para los trabajadores chilenos. Respecto a la participaci6n en las utilidades de la Empresa, el Estatuto elimina toda posiibilidad de este tipo, cabe s•enalar con respecto a ese punto, el propio anteproyecto de la SOFOFA a la Comisi6n CORFO, era mucho mas generoso para los trarbajadores. Lamentamos sf, que la aspiraci6n y el derecho a una participac16n en las decisiones y en las responsabilidades no se haya logrado, pese ,a las promesas del Gobierno, desde el mismo dia en que accedi6 al poder, en el sentido de aprobar • el proyecto de las tres areas "· La participaci6n que nos han dado, es una participaci6n sin alma, ya ·que falta en ,ella, nuestra libre adhesi6n. Ello lmplica por lo tanto, falta de posibilidades de crftica. 1 Sin participaci6n auténtica y real en las decisiones no hay vivencia de la democracia y su asuencia posibilita el trabajo de los enemigos de la dernocracia para destruirla. Los trabajador,es no somos un mero factor de producci6n, somos personas humanas, que se realizan ·como tales, en y por el trabajo. Nuestra actlvidad no puede reducirs-e a la realizaci6n mecanica de ciertas tareas de ej-ecuci6n. Corno personas tenemos la necesidad fundamental de compr-ender y encabezar el sentido de nuestras acciones y de nuestro trabajo, asf como de contribuir a su determinaci6n a fin de no ser tratados como objetos sino como sujetos, como personas humanas, con dignidad. Es por ello, -que reclamamos y lucharemos por el derecho de participar activa, real y decisivamente en las orientaciones de la empresa. El mero derecho a ser informados o consultados sin participaci6n en la toma de decisiones, que interesan a todos y sin ejercer un contrai sobre las orientaciones de la empresa, impide el ejercicio responsabl·e de la funci6n atribuida a cada miembro de la comunidad humana. Nos sustentamos para decir •esto, en la concepci6n humanista cristiana, quel el gobierno dice defender y promover, en su Declaraci6n de Principios. La Doctrina Social de la lglesia, ha sostenido invariablemente que no hay persona sin el ejerci79

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