Interrogations - anno IV - n. 11 - luglio 1977

EUZKADI nales: frente-populismo, Frente Nacional de Liberación, etc. Este oportunismo estatalista ha significado históricamente el abandono • para más tarde ,. de la lucha de la clase obrera contra su reaif. principal, sino exclusivo enemiqo. la clase iorivileqi;:ida, su explotadora y operosa (burgueses y burócratas1: abandono que ha supuesto. con victoria « nacional » o sin ella, la continuidad de la esdavitud y de la explotación para la clase obrera. En Euskadi, debemos considerar al nacionalismo revolucionario como una ldeoloqía de transición. entre el « nacionalismo huraués ,. y el Ideal socialista ,fibertario de total emancipación del hombre. Reflela la situación de una parte de la pequeña y media burguesía (intelectuales principalmente) que se debate entre el temor y el apoyo a la revolución social, entre la necesidad de libertad y el temor de la aventura socialista con la pérdida de los prlvileqios que en la actualidad poseen, al contrario de los trabajadores que se ven obligados a emprenderla para conseouir su emancipación. Debemos apreciar, en fin, que el nacionalismo revolucionario puede lqualmente deqenerar en un Estado demócrata burgués o en dictadura burocrática de partido único. En las filas del nacionalismo vasco militan hoy grupos contradictorios que comprenden desde nacionalistas a secar y reaccionarios derechistas hasta socialistas antiautoritarios y anarkoabertales a quien les comienza a caer ancho al calificativo de nacionalistas, rpero siguen pegados a él por temor a la búsqueda de una respuesta netamente obrera y radical, de la .. cuestión nacional ,. desde perspectivas anarquistas. Por otra parte, en el actual Estado español sobresalen con nitidez dos clases de naClionalismos: el primero, más importante, si bien menos reconocido es el objetiva y practicamente represivo en 'la realidad vivencia( española. Tiene, desde que en su imperio « no se ponía al Sol ,. brillante tradición histórica en el sentido de la colonización y explotación liquidadora de minorías naciones o etnías. Difundido ampliamente por las castas que se han sucedido en el ejercicio del poder, el nacionalismo « español » condiciona e imprime desgraciadamente en la mentalidad de buena parte de los habitantes de la Península en nuestros días, de modo que contra él es obligado librar com- _ bate desde trincheras de libertad que comprendan a los internacionalistas federales del Centro y Sur del Estado al igual que a catalanes, gallegos, vascos y canarios. El segundo, menos importante, por no estar en el poder y expresar un contenido « progresista " de oposición al Estado centralista y a los residuos 91

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