Interrogations - anno IV - n. 11 - luglio 1977

16. LA C.N.T. Y LA « CUESTIÓN NACIONAL• Señalemos, para comenzar, que hay dos formas fundamentales de considerar a España: a) como • nación • con su Estado, administración y cultura, cúmulo de intereses diversos, y con distintas • regiones • - que hoy en día determinadas fuerzas políticas prefieren denominar • nacionalidades • - en su ámbito geográfico, y b) come Estado plurinacional o como una de las naciones • naturales • - comunidades humanas sociológicamente diferenciables - que componen el actual Estado (,plurinacional) español, la nación castelilana. Cualquiera de estas dos últimas definiciones encuadran con las tendencias actuales de las luchas de liberación nacional de los pueblos ibéricos, más naturalmente, la final depende, desde nuestra optica, de la voluntad determinante de los propios castellanos, a los cuales corresponde definír sus opciones comunitarias en un cuadro de derechos iguales a los que deseamos para nuestra propia comunidad nacional vasca. El actual Estado español al que erroneamente se denomina • nación española • fue formado, como la gran mayoría de los actuales Estados del mundo, durante el desarrollo militar, económico y cultural de una de las naciones que fos componen, en nuestro caso la castellana. Su e~pansión imperialista, desde la época de los Reyes Católicos en el final de la Reconquista, sólo es frenada por las naciones fronterizas que se encontraban igualmente en expansión: Portugal y el Estado francés e inglés de la época. Cascos penlnsuilares {los continentales caen bajo el dominio francés), aragoneses, catalanes, andaluces, gallegos, etc. son sometidos por la fuerza de las armas tras encarnizadas guerras de colonización que costaron decenas de miles de muertos y .la pérdida ,para los vencidos - así como para el pueblo de los vencedores - de sus libertades, cultura, identidad, etc. nacionales. En la actualidad eil Estado español abarca con su control cinco naciones diferentes: Euskadi, Cataluña, Canarias, Galicla y la España propiamente dioha, formada a su vez cada una de el'las rpor varias reglones. Sentadas, pues estas premisas se constata, no sin pesar, que la C.N.T. no supo jamás dar una respuesta válida a la importante cuestión de las reivindicaciones nacionales de los pueblos sometidos por el aparato represivo del Estado español. Se ha dicho que • su • federalismo libertarlo era suficiente, pero no se cayo en fa cuenta que la aplicación justa y humanamente equili114

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