Interrogations - anno IV - n. 10 - aprile 1977

LUIS ANDRES EDO paises europeos. 1Seha nutrido siempre de « delincuentes de convicci6n » de 11.m mismo signo: progresistas y revolucionarios, de matrices diferentes si se quiere: liberales, dem6cratas y libertarios, siendo estos ultimos sobre los que en mayor numero y en mas dilatado lapso de tiempo se basa este ifenomeno. El « preso fascista » no se conoce en las prisiones salvo excepciones, esporadicas en el tiempo, e incipientes en numero. La presencia ininterrumpida y masiva, en los recintos carcelarios del « delinouente por convicci6n » ha ·mantenido en torno al tema penitenciario la atenci6n activa de multiples sectores sociales y particularmente las capas populares, convirtiendose por este hecho en un autentico problema nacional. Traducida en la practica por una presi6n, sostenida a lo largo de todo el siglo, contra los organismos estatales encargados de la custodia carcelaria. En los paises de Europa occidental, llamados democraticos, los « delitos politicos » no quedan reflejados en el interior de los recintos mas que por una presencia insignifi.cante, cuando no totalmente inexistente, y en cua1q,uier caso nunca masiva, factor imprescindible para convertirla en fen6meno y en tradici6n hist6rica. En Espafia son legi6n los que igualan el record del £ranees Blanqui y millares los que superan los afios de carcel del anarquista Louis Lecoin, tambien frances. Existe en ese pafs, Francia, una poblaci6n reclusa masiva, cierto: los presos comunes, la « escoria de la sociedad ». c:Para que oouparse de ellos? El tema penitenciario no es un problema nacional: se trata de los « comunes ». Las relaciones penitenciarias y las ordenanzas que las regulan pueden continuar tan severas y tan absolutistas como hace un siglo. Nadie se ocupa de ellas. La opini6n publica, los parti<los politicos, las organizaciones obreras se desentienden del tema, no presionan a los organismos estatales. c:Los « comU!Iles»? Un problema marginal. La pretendida liberalidad del regimen penitenciario « semiaibierto », establecido con caracter general en las prisiones del Estaido espafiol, non ha si<lo una concepci6n gratuita de los organismos estatales, sino consecuencia de una larga e intensa lucha de toda la poblaci6n reclusa. Es altamente signiificativo que uno de los factores en presencia que componen el conjunto de la poblaci6n reclusa, haya sido la figura del « preso anarquista ». No ha constituido un factor accesorio en esa luoha. Primero po11q,uesu presencia en los recintos hallaba su con4

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