Interrogations - anno II - n. 3 - giugno 1975

HELENO SAÑA Baader-Melnhof escribla sobre esta problemática, no hace mucho tiempo: «Desde 1918-19, la lucha de clases se desarrolla en Alemania bajo la iniciativa de la burguesla Imperialista y el Estado a su servicio. En su ofensiva contra el pueblo, esta burguesla destruyó durante el fascismo las organizaciones proletarias, hasta que fue vencida, pero no a través de la lucha armada desde el Interior, sino gracias al ejército soviético y a los aliados occidentales. En los afios veinte se produjo la traición de la Tercera Internacional, la subordinación total de los partidos comunistas a la Unión Soviética; de ah! la Incapacidad del KPD para seguir una polltica orientada en la revolución proletaria y en la conquista del poder polltlco por medio de la· lucha armada, que hubiera podido fomentar la solidaridad de clase y la energla revolucionarla del proletariado. Después de 1945, se produjo la ofensiva del lavado de cerebro del imperialismo USA contra el pueblo por medio del anticomunismo, el culto al consumo, la restauración polltica, ideológica y finalmente militar, el neofascismo de la guerra fria y una República Democrática Alemana cuya polltlca comunista no ha contribuido a enriquecer la lucha por la liberación. En Alemania no ha existido nunca, como en Francia, Italia, Yugoeslavla, Grecia, Espafia e Incluso Holanda ninguna resistencia masiva de carácter antifascista y armado ( ... J. Para nosotros y para la Izquierda legal, ello significa que en Alemania no existe nada en que poder apoyarse, ningún vinculo histórico ( ... J ni siquiera una tradición democrática y republicana• (46). Aunque no se comparta la óptica marxista ni la táctica terrorista del grupo Baader-Melnhof, es preciso reconocer que los párrafos citados definen muy bien la tragedia del movimiento obrero alemán, su conformismo, su falta de lmpetu revolucionarlo y su tendencia a pactar con la burguesla y el poder establecido. Serla fácil caer en la tentación de achacar este fenómeno a la ausencia de un potente movimiento anarquista alemán. Pero hay que evitar los enfoques sectarios y las explicaciones simplistas. Razonar as! equivaldrla a suponer que la conducta revolucionarla es un monopolio del movimiento libertarlo. El movimiento revolucionarlo alemán ha sido siempre fundamentalmente marxista, y probablemente lo seguirá siendo (47). El anarquismo no ha tenido en este pals e 46) Der Spiegel, 20 de enero de 1975. ( 47) «Por Jo menos en Alemania, no puede existir otro socialismo que el de Marx; no puede haber lucha socialista de clases fuera de la social90

RkJQdWJsaXNoZXIy MTExMDY2NQ==