GUERRILLAS ARGENTINAS desplazado, absorbido o liquidado a más de una docena de otras organizaciones que periódicamente aparecieron en el escenario en alianzas circunstanciales, en operaciones aisladas o semiconstantes, pero siempre esporádicamente, a lo largo de los últimos diez afl.os. Son ambas organizaciones, en grados diversos y con responsabllldades y capacidades ambiguas, las que han determinado la movll!zación del ejército argentino y mantienen una linea de conmoción Interna en no menos de cincuenta ciudades Y por lo menos el territorio de una provincia argentinas. Breve resena retrospectiva A LA CAIDA de Perón, en septiembre de 1955, el presunto llamado del pueblo a las armas manejado por ei defenestrado durante mucho tiempo como elemento disuasorio de cualquier intento militar para derrocarlo (Y como argumento -¡cómo no consignarlo!- para que los propios m!!!tares a los que pretendla intimidar, decidieran derrocarlo en forma preventiva y para evitar toda competencia armada en el territorio nacional), quedó en agua de borrajas. Recién nueve meses más tarde, el 9 de Junio de 1956, hubo un Intento armado ... pero protagonizado, contrariamente a aquella fantasia, por militares peronistas más un reducido grupo de civiles que actuaron como comandos auxll!ares. No hubo expresión alguna de mov!!!zación param!!!tar. Restados los beneficios del poder a la Influencia que sol!a tener durante la presidencia de Perón el aparato paramll!tar y de choque de la Alianza Libertadora Nacionalista. no quedaban otros rastros de grupo armado civil con capacidad efectiva de combate en el peronismo. Hubo que aguardar algunos af\os -hasta 1959- para que una forma embrionaria de intento armado pusiera de manif!esto el descontento peronista u originado en sus filas. Ese afio, en forma bastante confusa y de un modo bastante inorgánico, apareció en Tucumán un llamado Comando Uturunco. ¿Publicidad? ¿Acciones? ¿Operativo montado por los servicios de informaciones? ¿Qué bando usaba a Uturunco? El peronismo, tanto como el movimiento guerr!llero posterior, reivindicaron a Uturunco -voz de los Indios quechuas (reducidisima minoria de la población argentina) que significa «tigre•- como antecedente de los movimientos guerr!lleros de la década actual. Un presunto Comandante Uturunco !ue apresado; poco después apareció un segundo Comandante Uturunco. Este, a su 31
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