F. GOMEZ-PÈLASZ comunistas quisieron ya aparecer corno organizadores de ese movimiento, aunque, al igual que a Ios demas sectores, Ies cogiera de sorpresa la extensi6n alcanzada. Lo nuevo, en la evocaci6n carrillista, es la importancia que concede a la penetraci6n del Partido en el aparato sindical vertical. La primera versi6n -que el embaucador cree tenemos olvidada- no careeia de gracia: se atribuia el mérito a un activista de menor categoria, llamado L6pez Raimundo, que, procedente de México, se hallaba entonces detenido en Barcelona. De su celda, se decia, sali6 la consigna Y, corno el ambiente estaba preparado por la agitaci6n promovida por los estudiantes con el boicot de Ios tranvias, decenas de miles de obreros abandonaron inmediatamente el trabajo. La capitalizaci6n del acierto (l ?) de L6pez Raimundo tenia corno objeto rodearle de cierta aureola para que, corno secretario obediente del nuevo P.S.U.C., se pudiera relanzar en Catalufia la sucursal del Partido Comunista (9). Ahora, sin embargo, Carrillo deja de Iado la iniciativa de L6pez Raimundo y nos saca a relucir los triunfos obtenidos en las elecciones verticales: « Nous progresslons partout dans !es centres lndustrlels, gagnant parfols des dlrections à l'échelle locale et provinciale» (p. 113). Como esto se situa en Ios primeros afios 50, parece un poco chocante, y Io es respecto a Ias proporciones del éxito, pero no en cuanto al oportunismo de la participaci6n. El Partido, cambiando de veleta, habia abandonado -por mandato de Moscu, concretamente de Stalin- •su:,.,U.G.T. e iniciaba un nuevo modo de implantac16n: la Central Nacionalsindicalista. Asi, trampeando, pasaron unos afios hasta que, de pronto, surgi6 en Asturias una forma origina! de reivindicaci6n: Ias Comisiones Obreras. Estas comisiones, imitadas en otros Iugares, abrieron Ios ojos a Ios jefezuelos moscovitas, Ios cuales, sin tener en su gestaci6n participaci6n alguna, se apresuraron a montar una Coordinadora Nacional distribuidora de consignas. Nuevo timo, que respaldado por una eficaz Delegaci6n Exterior, habia de servir al Partido para explotar nuevamente en su propio beneficio la solidaridad intemacional. (9) Hablamos del nuevo P.S.U.C. porque se habla producldo poco antes lo. !lquldaci6n del secretarlado representado por Comorera, quedando éste y sus adictos excomulgados por no prestarse al juego de la direccl6n «espaflolista». A Comorera, antes alabado jefe, se le Intentò asesinar al pasar a Catalufia por Andorra, y, corno conslgulera llbrarse de la coartada y !legar mas tarde a Barcelona, se le delat6 y murl6 en e! penai de Burgos. 62
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