Interrogations - anno II - n. 2 - marzo 1975

HISTORIA FALSIFICADA regionales desmantelados- es castigada por el Poder con severidad incomparable a la de cualesquiera otras organizaciones, excepci6n hecha, ahora, del nuevo fen6meno clandestino que constituye la E.T.A. Al mismo tiempo podriamos referir centenares de asesinatos y monstruosas ejecuciones de afios recientes, algunas veces sin otra motivaci6n que la de la condici6n libertaria de las v1ctimas y por las cuales casi nadie, aparte de sus compafieros, se movilizara jamas fuera de Espafia. Nada de extrafio es, pues, que en su forma de organizaci6n los libertarios fueran luego mas cautos. Si por eso Carrillo se cree autorizado a decir que «c'est fini>, que la cuerda se ha acabado, poco interesa desmentirle: en su dia le desmentira el renacer confedera! a todo lo largo y ancho de Espafia. Costara, desde luego, mayores esfuerzos que los que le cuesta hoy al moscutismo -repletas siempre sus arcas- dar que hablar a los peri6dicos, pero las nuevas promociones militantes tienen sobrado animo para llegar a romper el espeso muro del silencio. No espere, pues, el Hder moscovita que en la hora final vaya a ocurrir en Espafia lo mismo que en Portugal, es decir, que en una muy hipotética repetici6n de la participaci6n gubernamental comunista, su «Coordinadora, pueda canalizar tranquilamente el movimiento sindical. Mal que le pese se encontrara con otras organizaciones, y sobre todo con la C.N.T., resueltamente opuesta, corno siempre, al monopolio pol1tlco del Partido Comunista. F.SPECULACION GUERRILLERA e ABE dejar constancia también de alguna de las exageraciones que, con respecto a la postguerra, se nos ofrecen en esta edici6n de encargo. Una de ellas concierne a la implantaci6n de las guerrillas del P.C., sobre las cuales se han hecho ya varios folletos y libros. Carrillo cita corno ejemplo la agrupaci6n Arag6n-Levante, donde, a creerle, sus guerrilleros dominaban por completo la situac16n. Para probar la colosal fuerza recurre a una lista de bajas referlda en un informe de la Guardia Clvii (6)", o sea 15.000entre los afios 1939-1949.Sorprendido, sin duda, de la cuenta, él mismo atenua las proporciones diciendo: (6) Probablemente se refiera a la «Reseiia generai del problema del bandolerismo en Espaiia después de la Guerra de L!berac!6n», real!zada por Eulalio Limia Pérez, jefe de la secc!6n de Misiones Espec!ales de la o.e. (Madrid, 1957). 59

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