Interrogations - anno II - n. 2 - marzo 1975

HISTORIA FALSIFICADA lCOnocian acaso los cenetistas de Alicante a un caciquito semejante? Un compafiero de la provincia a quien comunicamos la aventura citada por Carrillo nos dice no tener la menor idea de tales hechos. La sola explicaci6n, pues, debe consistir en que por esos tiempos, participando los socialistas en el Gobierno, habia numerosos presos confederales y no menos de un centenar, entre los que se encontraba Durruti, fueron deportados a las colonias africanas -Bata y Villa Cisneros-, lo cual nos consta que desaprobaron muchos j6venes socialistas, pero tal vez Carrillo, meritorio de la redacci6n de «El Socialista» formaba parte del equipo que justificaba la aplicaci6n de la ignominiosa ley de Defensa de la Republica a los militantes libertarios. Y si asi era, merecido le estaba al pollo -no pudo pasar otra cosa- el abucheo. Los resentimientos se repiten tanto en el relato corno las fanfarronadas, y sin volver la pagina encontramos lo siguiente: «J'avais rencontré aussi des difficultés avec eux (los anarqulstas) au sein de l<t Junte de Défense de Madrid. Au cow·s des premiers jours de la défense de Madrid, !es anarchistes avaient voulu prendre !es issues de Madrid ve:·s l'arrière à la piace de l'armée populaire, et je me souviens qu'une de mes premières démarches fut de rencontrer le comité de guerre de la C.N.T. Je leur ai dit : C'est la Junte qui commandc maintenant. Vous nllez retirer tous ces détachements des issues de Madrid vers Valence et vous allez laisser les soldats de l' Armée J>Opulaire prendre leur piace. Alors ils m'ont menacé de prendre d'assaut mon PC. Je leur alt dit : Si vous attaquez mon PC, vous serez écrasés. Ils ne sont pas venus. Mais ça avait mal commencé et quelques jours plus tard, un de ces groupes a tiré sur un membre de la Junte de Défense, le conseiller communlste Yagile. Ils l'ont grièvement blessé. Alors, je n'ai pas hésité et on les a délogés par la farce.>> He aqui otra ensalada. Primeramente cabe aclarar que Carrillo fue en la Junta, afortunadamente por poco tiempo, consejero de Orden Publico. Como oculta aqul tal calidad, cuando habla de PC (puesto de mando), el lector comun puede entender que el improvisado policia era un alto jefe militar en campafia, a lo cual induce a pensar, ademas la proferlda amenaza de oponer el Ejército Popular a los destacamentos de la C.N.T. Enredo mayusculo, pues en esos dlas, a pesar de la charanga del Quinto Cuerpo, no habla Ejército Popular ni nifio muerto. Habla, s1, militares profesionales, muchos de ellos de gran lealtad y capacidad, que ejercian su mando en unidades de Milicias de distinta obediencia. Los «destacamentos» de la C.N.T. a que alude Carrillo eran en Madrid milicias semejantes y a menudo mejor organizadas que las demas, lo cual debi6 sorprenderle grandemente a quien, corno indicamos antes, sostenia que los anarquistas de la capitai no contaban nada. La verdad es que contaban ya lo suyo y habian de contar aun mucho mas. 47

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